Sería injusto relacionar a Verónica Forqué tan sólo por su aparición en MasterChef Celebrity 6 en estas pasadas semanas. Para las nuevas generaciones o un público que no siguió de cerca su trayectoria cinematográfica la pueden relacionar sólo con su intervención en el talent de La 1 o en la serie La que se avecina, pero la actriz de 66 años fallecida en este lunes tenía una carrera sólida, orientada en especial hacia la comedia. Sus compañeros insisten en el buen trato que tenía en todo momento salvo en esos instantes de las pruebas del programa de TVE donde daba rienda a un espíritu histriónico que llegó a ser considerado una actuación más. Verónica no era así aunque así se viera.

En la sexta edición del talent de cocina de La 1 se convirtió en el centro de atención por su comportamiento desbordante en las pruebas de exteriores. Centraba los comentarios de sorpresa de los espectadores y lo que parecía como mala relación con Belén López, Juanma Castaño o Carmina Barrios (que irónicamente la llamaba "Gertrudis"). Todos los compañeros de MasterChef vinieron a insistir con las semanas que salvo esos instantes que la ponían a presión Verónica siempre fue cordial y exquisita. Su formación, su background, su poso espiritual, estaban ahí.

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— MasterChef (@MasterChef_es) November 8, 2021

En el programa previo a la semifinal en la prueba eliminatoria Verónica Forqué anunciaba que dejaba el programa y Pepe Rodríguez compartía el audio dejado por la actriz que hablaba de su agotamiento tras semanas de grabación y que le tocaba descansar. En esa noche de semifinales posterior apareció en persona en el plató para anunciar esa retirada por agotamiento. "Yo no soy de tirar la toalla, pero esta vez hay que ser humilde y decir no puedo más”, argumentó la intérprete. "Estoy agotada", reconoció en el programa.

El 29 de noviembre apareció en un desfile de un compañero del programa, el diseñador Eduardo Navarrete, y precisamente en esa noche se programaba la final que se ha convertido en la última aparición de la fallecida actriz.

Estuvo animando a sus compañeros finalistas, Miki Nadal y Juanma Castaño, intercambiando bromas y piropeando su labor. Fue de las que se sumó al abrazo colectivo del empate de ambos en la victoria final  de la edición.

Lo que sucediera en algunas pruebas no está a la altura profesional y personal de Verónica Forqué, apreciada por sus compañeros a los que les dio algún disgusto en plena grabación. Pero después se apagaban los focos y se reencontraban con una excelente compañera.