El periodista, escritor y aventurero Sebastián Álvaro , que fuera director del programa Al filo de lo imposible durante casi tres décadas, asegura que las empresas se están "dando cuenta" que el deporte y la aventura aportan valores "esenciales" a las personas. "En España se ha producido más tarde que en otros países, pero cada vez hay más gente que ve cómo los valores que defendemos son esenciales de la vida, que nos ayudan no solo a transitar por las montañas, sino que sirven para ponerte objetivos en una empresa, sea la que sea", explica el aventurero. Para el que fuera el alma de uno de los grandes espacios divulgativos de TVE las compañías comienzan a ser conscientes que cultivar determinados valores como la valentía o la curiosidad, inspirados por vivencias como las suyas, hacen a sus empleados "no solo mas eficientes, sino mejores personas".

Álvaro, forjado durante años en el emblemático Al filo de lo imposible, se define como un "conquistador de lo inútil", parafraseando el título del libro escrito por el alpinista francés Lionel Terray, la Biblia del alpinismo. "La gente de montaña quiere que le cuentes la última expedición; sin embargo esto es diferente, porque tienes que resumir conceptos más abstractos, como qué es la valentía, qué es la curiosidad... Igual que cuando hacíamos un documental de Al filo tenemos que apoyarnos en otra gente y transformarlo en imágenes", explica.

Sus habituales intervenciones se basan en la experiencia de más de 30 años de aventuras y la idea de ver la vida "como un aprendizaje continuo", en la que el azar puede decidir "al margen de los méritos". De hecho plantea las conferencias de la misma forma que un capítulo de la serie documental. "Hago un documental en directo: hablo con la gente que organiza la charla y montamos un guión a la medida de esas ideas a desarrollar. Es un trabajo que lleva más de un mes y en el que detrás está mucha gente", detalla. A diferencia de la televisión, que es más "fría", en las conferencias cuenta con la ventaja de poder ver la reacción del auditorio.

Álvaro desea "seguir haciendo radio, periodismo y aventuras", sentencia. Para él, el aventurero clásico se diferencia del resto de deportistas. "Para un alpinista, subir a una cumbre, por muy alta y difícil que sea, solo es la mitad del trabajo, la otra mitad es regresar al campo base. No conseguir la cumbre no es un fracaso, lo que interesa es el camino, que tiene que ver con algo esencialmente humano, la inteligencia, hacernos preguntas constantemente sobre lo que somos, dónde vamos, y el mundo que nos rodea. Y por otro lado, la capacidad específicamente humana de arriesgar la vida por lo que soñamos", reflexiona.

Respecto a la televisión actual, la considera con "falta de espesor intelectual", en la que la inmediatez se impone a la calidad. Entiende que "es simposible que un programa como Al filo' volviera a surgir en España porque en TVE ahora no están dispuestos a invertir ese esfuerzo".