TV-Comunicación

'Pulsaciones' remata hoy una desigual trayectoria

  • La ficción de Antena 3, dirigida por Emilio Aragón, llega esta noche a su trepidante desenlace

Pulsacionesencara hoy su último capítulo en Antena 3 con un sabor agridulce. La serie de Emilio Aragón se estrenó bien con más de tres millones de espectadores pero, semana a semana, ha ido perdiendo pulso con la audiencia cayendo por debajo de la barrera de los dos millones, lo que casi descarta la posibilidad de que haya más temporadas, algo que se preveía en un principio siguiendo la premisa de la memoria del corazón tras un trasplante pero cambiando la historia.

Las críticas son buenas, tanto en cuanto al contenido como a las interpretaciones, pero la trama parece no haber acabado de enganchar a la audiencia. Con todo, su director, Emilio Aragón, pone la miel en los labios hablando de giros inesperados y de que no se conocerá realmente el desenlace hasta el último plano.

El aspecto positivo, además de las buenas críticas a la ficción protagonizada por Pablo Derqui y Leonor Watling, es que va a tener vida más allá de nuestras fronteras: Atresmedia ha llegado a un acuerdo con Global Series Network por el cual podrá verse muy pronto tanto en Estados Unidos como en Reino Unido, en este segundo caso con un acuerdo similar con Channel 4 que llevó a Vis a vis a convertirse en la primera serie española que se estrenaba en abierto en ese canal inglés. Este salto internacional de Pulsaciones se complementa con lo ya pactado con Netflix: la plataforma incluirá la serie en los catálogos de 24 países de Latinoamérica.

También es cierto que la serie de Antena 3 ha destacado también por su excelente rendimiento en la modalidad de consumo diferido, comportándose como uno de los productos más demandados por los espectadores cada mes. Algo similar a lo que le ocurrió en su momento a El Ministerio del tiempo, de La 1, y a la mencionada anteriormente Vis a vis.

Tras la explosión del último episodio, en la que morirá un personaje, eso sí secundario, el inspector Ariza monta un operativo para asaltar la casa donde tienen recluida a la niña cuyos órganos van a servir para un trasplante ilegal. Héctor, acorralado, tendrá que urdir una forma de salir de allí y su objetivo será vengarse del culpable de que sus planes no hayan salido bien, el doctor Álex Puga.

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