TV-Comunicación

"Con Onda Cero me sentí útil y en la SER no tenía esa sensación"

  • El de Brunete cumple un mes en la noche de Onda Cero Radio tras su trayectoria de 27 años con 'El Larguero' Adelanta su horario a las 23:30 pensando en los jóvenes

"Tu afición es sentimiento, y tiene mucho alimento...", los acordes de Benito Moreno siguen sonando cada noche en la radio, pero ahora en Onda Cero. José Ramón de la Morena (Brunete, 1956) cambia El Larguero por El transistor, que ha adelantado su horario a las once y media. Tras 35 años en la Cadena SER y 27 de programa era necesario conocer las razones de este fichaje.

-¿Cómo le ha ido en estas semanas de casa nueva, donde incluso ha estrenado estudio?

-El recibimiento ha sido espectacular y estoy sinceramente agradecido. Yo andaba por aquí como un Elemento Volante No Identficado y me han tratado como si esto fuera un Domingo de Ramos.

-¿Por qué cambió de cadena al cabo de tantos años? Era el único nombre estelar que no se había movido del dial...

-No fue premeditado. No pensaba en que los demás habían cambiado o no. No lo pensaba porque no pensé que nadie me necesitara. Y lo he hecho por Ramón Osorio (presidente de Atresmedia Radio) y Silvio González (consejero delegado de Atresmedia) que me convencieron en una conversación muy entrañable. Me sentí útil y en la Cadena SER había perdido esa sensación.

-¿Había rechazado el fichaje en otras ocasiones?

-Sí, pero todo cambia cuando en la SER no me dicen nada sobre mi renovación. Aguardé a noviembre del año pasado y al no tener noticias sabía que iba a poder dar el paso que he dado. En Onda Cero encontraba el objetivo que perdí.

-¿Y no intentaron seducirle de alguna manera en su antigua casa?

-En la SER me hicieron una oferta buena pero las condiciones para mí y mi equipo en Onda Cero eran mejores. Nos llegaron al alma por cuestiones más allá de lo económico.

-¿Usted se siente de los que son muy fieles en la vida?

-Yo siempre he sido un tipo bastante fiel. Desde que era un mocoso en Radio Intercontinetal. En el 81 entré en la COPE de becario y poco después en la SER comencé desde muy abajo y he estado 27 años en El Larguero. Pero todo cambia. Han pasado muchas cosas y he podido mantener mi programa en su sitio.

-¿Cuándo comienza a no estar a gusto en la SER?

-Cuando Augusto Delkáder (presidente de Prisa Radio) dejó de tener su protagonismo. Yo no soy nadie para decir a la Cadena SER cómo se tienen que hacer las cosas, pero en este caso me parece una falta de respeto a él y a la profesión periodística el arrinconamiento de Delkáder. Yo nunca me metí en cosas de mi antigua empresa, no decidía nada, a cambio de tener la libertad de que no se metieran en las mías. Eso no tiene precio.

-Ahora tiene mucha más competencia. En la radio y también con la tertulias televisivas de medianoche.

-Yo me tengo que preocupar en lo que hago. Lo que hagan los demás no puedo ni opinar porque son a la misma hora que yo. Algo afecta a los números de la audiencia que seamos más a la misma hora, pero la radio tiene su intimidad. La televisión no es cómoda en la cama, son fogonazos. Con el auricular la radio nocturna se disfruta.

-¿Tenía ganas de arrancar a las once y media?

-Claro, desde hacía tres temporadas, porque los chavales se acuestan más temprano, pero en la Cadena SER decían entonces que no era posible. Delkáder estaba de acuerdo con el adelanto, pero lo desautorizaron.

-Cuando usted logra el liderazgo nocturno frente a José María García fueron los años más crispados de la radio deportiva ¿está de acuerdo?

-La radio era más cainita. Ahora es más correcta, más moderada. No es que sea más blanda, sino que ha rebajado el tono en su actitud crítica. Pero es más complicado trabajar ahora. Es mucho más difícil acercarse a los personajes. Los jefes de prensa actúan más como jefes de seguridad. Entiendo que somos muchos, pero tendría que haber más consideración con los lectores, con los oyentes. Está bien hablar a pie de campo, pero también se debería hablar en la sala de prensa.

-¿Todo esto pasó cuando los futbolistas pasaron a ser seres galácticos?

-Es un problema de comunicación. Los derechos de imagen a veces prevalecen.

-¿No le gusta recordar los enfrentamientos tan sonados que tuvo con García?

-Prefiero no recordarlo porque han pasado mucho tiempo, hice las paces con él y de hecho somos amigos. Era una época, un enfrentamiento entre empresas, y no estoy orgulloso de algunas palabras y algunos hechos.

-¿Por qué decidió declararse abiertamente del Atleti? Los periodistas deportivos solían hasta entonces ocultar sus simpatías.

-Lo hice por coherencia y proximidad al oyente. Todos intentamos acercarnos a la objetividad, pero es no está discutido con tener simpatía, querencia, por un equipo. Está bien confesarlo si sabes atenerte a la objetividad. Si te gusta el fútbol tienes que ser de un equipo. Aquí no vale la fraternidad universal.

-¿Se siente mayor?

-Me siento bien. Con muchos años por delante y por eso me he podido permitir cambiar de cadena.

-Estará aguardando al EGM.

-Los oyentes decidirán si les apetecía a ellos cambiar. La audiencia de la radio es mucho más fiel que en la televisión. No sé si serán muy fieles a mí o más fieles a su cadena, lo que voy a seguir intentando es que los que quieran seguirme estén a gusto conmigo.

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