TV-Comunicación

Muere Falconetti, también le vamos a echar de menos

  • El actor William Smith interpretó al gran malvado de 'Hombre rico, hombre pobre', una impresión para los espectadores españoles en 1977, y ha fallecido en esta semana sin que se pudiera desencasillar de aquel personaje

William Smith en el papel del tuerto Falconetti

William Smith en el papel del tuerto Falconetti

En la TVE de 1977, en vísperas electorales, impactaban las imágenes de desnudo y violencia de uno de los fenómenos de la TV estadounidense de entonces. Hombre rico, hombre pobre era una miniserie de 12 episodios que encabezaba el estilo que en España llevó el título de Grandes relatos. Ficciones históricas o basadas en best sellers llamadas a ser un acontecimiento. En esa relación también estuvieron Raíces, QB VII, Séptima Avenida, Holocausto, Capitanes y Reyes o la británica Yo, Claudio. La respuesta en TVE fue con Cañas y barro, Fortunata y Jacinta, La barraca.

Estrenada en la cadena estadounidense ABC en febrero de 1976, Hombre rico, hombre pobre adaptaba una gruesa novela publicada en 1970 por Irvin Shaw. Narraba la vida de dos hermanos que discurrían en polos opuestos desde la panadería neoyorquina del patriarca, un pendenciero inmigrante alemán a cargo de Edward Asner, que de La chica de la tele se independizó entonces para tener su propia serie, Lou Grant, cantera de periodistas.

Los hermanos Jordache, Rudy y Tom, estaban a cargo de Peter Strauss, que apenas pasó de ser el actor del momento como el disciplinado joven que llega a ser senador, y Nick Nolte, el descarriado de la famlia que de ser boxeador termina en los bajos fondos. Nolte luce una carrera dilatada con películas como El príncipe de las mareas, Hotel Rwanda o La delgada línea roja, pero para muchos espectadores españoles es aún “el de Hombre rico, hombre pobre”.

El artista más marcado por la serie fue William Smith, erigido como el malvado (y tuerto) Falconetti, que ajusta las cuentas al pobre, que no era tan malo, Tom. Termina siendo la fijación del rico y senador, que no era tan bueno, Rudy. En la novela no pasaba de ser alcalde, cargo que en España, no obstante, permite el salto rápido a ministro.

William Smith fallecía hace unos días sin poder escapar nunca de Falconetti. Hombre rico, hombre pobre se convirtió en un éxito internacional y como no había otro libro más a mano se creó para el año siguiente una segunda parte, con 21 episodios, de la que Nolte no quiso saber nada.

Strauss dijo que hacía la continuación pero que, por favor, le mataran para no caer en la tentación de hacer de Rudy nunca más. El que lo mataba era, por supuesto, Falconetti, el gran malvado televisivo del inicio de la tele en color. Rudy acribillaba a Falconetti en un callejón, pero como la prostituta de Pedro Navaja, el malo aún tenía energía para dar el solicitado matarile al rico.

Smith llegó a ser el padre de Conan pero como su rostro se asociaba al sicario, no había manera de 'desencasillarse'. Ha muerto a los 88 años con Falconetti en un estado de olvido nostálgico.

El autor de libro se implicó en una tercera parte que era con los nietos Jordache, Hombre mendigo, hombre ladrón, que no interesó ni aquí, cuando teníamos sólo dos canales. Claro, no estaba el tuerto de Falconetti, al que también vamos a echar de menos si es necesario.

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