La exposición Miguel de la Quadra -Salcedo. Una vida de aventura revela la importancia de una figura fundamental en los años pioneros de TVE y perfila una personalidad desbordante en el mundo deportivo, en la investigación histórica y en la organización de aventuras como fue su longevo proyecto Ruta Quetzal, convertido en una serie documental anual. Por aquella iniciativa pasaron 7.000 jóvenes de todos los países hispanoamericanos, con la guía de un explorador que puede considerarse moderno epílogo de la época dorada de los aventureros españoles.

De la Quadra falleció en 2016, concluyéndose entonces esa ruta estudiantil que marcó su trayectoria durantre los últimos 30 años de su inquieta andadura.

Miguel de la Quadra-Salcedo en sus años de director de la Ruta Quetzal

El Museo de América de Madrid acoge dicha muestra con numerosos objetos etnográficos donados por la familia del divulgador navarro, fotografías y documentales. El ministro de Cultura y Deporte en funciones, José Guirao, ha resaltado el valor de las donaciones de la mayor parte de los fondos que nutren en esta exposición que se exhibe hasta el 3 de mayo. Entre las piezas donadas por la familia de De la Quadra-Salcedo se encuentra un moái de la Isla de Pascua.

Junto a Félix Rodríguez de la Fuente, de cuyo fallecimiento se cumplirán 40 años en marzo, forma el tándem de impulsores del documental en la cadena púlblica.

Entre las fotografías de Una vida de aventura, tras su recorrido por las entrañas de decenas de países, figura el posado de De la Quadra junto al Dalai Lama ya que esa imagen le permitió ser recibido en comunidades budistas que tenían el acceso restringido a los extranjeros.

Amigo personal de don Juan Carlos y de Felipe VI, su vinculación a la Zarzuela le permitió erigirse en un activo embajador de la cultura española.

Entre los reportajes que pueden visionar los asistentes al Museo de América figura La muerte de Che Guevara, trabajo para TVE que le valió el premio de crítica de televisión del Festival de Cannes.

Uno de los hijos del explorador, Rodrigo de la Quadra -Salcedo, recuerda la vocación de su padre por la protección del Amazonas, ahora que se ha producido una dramática voz de alerta: “su vida se forjó allí. Ir al Amazonas era como volver a casa”.

Sobre el regreso de la Ruta Quetzal, Rodrigo considera que era un proyecto personal que sin la presencia de su fundador y promotor principal la esencia ya no es la misma.