TV-Comunicación

Kunta Kinte vuelve a conmover a la audiencia

  • Antena 3 estrena la nueva versión de 'Raíces', una serie que en 1977 originó un impacto social en EEUU

El mundo entero tenía una visión muy amable del actor Lorne Greene, el patriarca de Bonanza; o de Edward Asner, el periodista Lou Grant, el jefe gruñón y campechano de La chica de la tele; o de Chuck Connors, el legendario y justiciero protagonista de El hombre del rifle. Hombres blancos buenos, padres ejemplares, gente justa. Pero ellos se convirtieron en Raíces en los grandes malvados, un cacique esclavista, un capitán negrero y un hacendado borracho y violador, en cada uno de los casos. Al impacto de la vergüenza de la esclavitud se unía la impresión de contemplar a los ídolos de la pantalla, bonachones y ejemplares, convertidos en los peores conceptos de una pacata sociedad estadounidense.

La cadena ABC no confiaba ni un ápice en la estirpe literaria de Alex Haley, el autor de un afortunado best seller que tuvo que reconocer que plagió algunos episodios tras haber asegurado que había investigado todo lo relacionado sobre sus ancestros. El libro Raíces recogía la historia de los antepasados del autor, desde la captura del joven Kunta Kinte en Gambia hasta las vivencias de sus nietos en distintas haciendas sureñas y que se extendería con una segunda parte hasta los años 70.

Para el decisivo papel del esclavo africano se optó por un joven intérprete de 20 años, Levar Burton, relevado en la madurez por John Amos, que se convertiría en uno de los intérpretes de moda. Pero la ABC no confiaba en los actores negros. Por ser desconocidos y por muchos otros prejuicios latentes. Por temor al rechazo de una audiencia en su mayoría, por entonces, blanca, de claro origen europeo. Raíces se programó de sopetón durante ocho noches consecutivas de enero de 1977, sin confiar nada en una propuesta que se atisbaba demasiado arriesgada en su contexto histórico. Y Estados Unidos se paralizó, literalmente, con la historia de los esclavos, los maltratos y las víctimas de una Historia nacional que hasta entonces se tenía demasiado idealizada, con la derrota en Vietnam aún lacerante. El episodio final de Raíces está entre lo más visto de la historia de la televisión estadounidense, en torno a los 130 millones de espectadores, casi un 50% de rating, de final de la Super Bowl.

Kunta Kinte ("Tobi", como le exigía el mayoral a golpe de látigo) removió las conciencias y elevó la identidad y la moral de la llamada población "afroamericana", cuyo tratamiento comenzó a cambiar en la vida cotidiana y sobre todo en los medios de comunicación. Bill Cosby sería la beatífica culminación, pero a la postre ha terminado siendo una gran decepción, pero eso sería otra historia.

Raíces fue una de esas producciones que cambiaron la televisión y la sociedad de su tiempo. En España se programó dos años después, en enero de 1979, los domingos por la noche, en sustitución de la recordada Yo, Claudio, considerada todavía la mejor serie que ha visto el público español. Sin causar la honda impresión que Raíces produjo en EEUU, en la TVE única de la España que recién había aprobado la Constitución sorprendieron las escenas de tortura y de sexo, retazos más que superados para el espectador de hoy. Los Grandes Relatos se programaban los domingos pero a raíz de estos éxitos el formato pasaría a ser diario, a las diez y media de la noche, pocos meses después. El horario donde se emitiría Raíces 2, que ya no tuvo la misma sorpresa y donde Marlon Brando, en su única aparición televisiva, interpretaba al líder del partido nazi norteamericano. Yo, Claudio y Raíces abrieron los Grandes Relatos y subrayaron en la dirección de TVE la necesidad de producir ficciones de prestigio, que vivieron su época dorada en los 80 (Fortunata y Jacinta, Los jinetes del alba, Teresa de Jesús).

Era previsible que con los rescates de la televisión actual se cayera en esta tentación de recuperar Raíces. El Canal Historia estadounidense produjo la nueva miniserie que esta noche estrena Antena 3, precisamente la cadena española que apuesta de manera más firme por las ficciones generalistas de prestigio. Sin alcanzar la repercusión e influencia de la predecesora, los tiempos actuales agradecían la recuperación. El primer Kunta Kinte, Levar Burton, es uno de los productores ejecutivos de la revisión (como curiosidad, Burton, actor de la saga Star Trek, ha aparecido en varios episodios en Big Bang como él mismo). Ahora son cuatro capítulos con un elenco de rostros conocidos y reconocidos: Roman Armstrong, Forrest Whitaker, Laurence Fishburne, Matthew Goode, Anna Paquin y Jonathan Rhys Meyers.

La producción de Canal Historia sigue la línea argumental ya conocida de la novela, desde Kunta Kinte, capturado en 1750, a sus descendientes en tiempos recientes. El joven protagonista es ahora el actor Malachi Kirby y el estelar Fishburne encarna al propio autor, Haley. Anika Noni Rose interpreta a Kizzy, hija del protagonista, cuyas vicisitudes sobrecogieron especialmente en la audiencia de la serie originaria, que está grabada en la memoria colectiva.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios