Las ficciones históricas están cada vez más de moda en la pequeña pantalla, y cada vez se invierte más en súper producciones que se ambientan en un suceso particular del pasado. En este sentido, Antena 3 apuesta por explorar el conflicto de la Segunda Guerra de Marruecos de 1924 en su nuevo drama Tiempos de Guerra, que cuenta la historia de cuatro jóvenes de alta cuna estudiantes de enfermería que se prestan voluntarias para ayudar en un hospital militar en el frente. La sevillana Verónica Sánchez interpreta a Pilar, y para ella "impresiona lo que la ficción puede transmitir en un hospital de guerra".

-¿Cómo han sido las emociones a flor de piel en el rodaje de un conflicto bélico?

-Intento ponerme en la piel de una mujer con una vida fácil y acomodada en Madrid que, de repente, decide dejarlo todo para acudir a ayudar al conflicto del Rif, la segunda guerra de Marruecos. Hay un gran punto de valentía y decisión en ella, de gran voluntad, pero también un punto de inconsciencia. Está acostumbrada a tratar enfermos en sus prácticas en el hospital, pero no se espera lo que supone ver a soldados heridos de formas brutales en una guerra. Impresiona lo que va a ver y lo que va a vivir en un hospital de guerra. Es un antes y un después.

-¿Por qué el personaje de Carmen de Angoloti recluta a unas jóvenes de alta cuna?

-Porque son mujeres que decidieron que querían ser enfermeras, que están estudiando enfermería con ella. Y cuando decide reclutar enfermeras para el frente, ellas se ofrecen voluntarias para montar un hospital de guerra a pesar del riesgo que esto supone.

-¿Cómo ha preparado el personaje?

-Siempre empiezas a preparar el personaje como es habitual: trabajas sobre los diálogos que los guionistas han escrito, lo contrastas con lo que ocurres cuando empiezas a ensayar y te ves a ti, ves a tus compañeros ves cómo surge la dinámica entre todos. Ahí siempre surgen ideas de nuevos enfoques, porque ves lo que te da tu compañero o y hace que tu personaje vaya por una senda que no esperabas. Otro matiz importante viene del contexto histórico, que siempre ayuda a entender, y en este caso incluso hemos dado unas clases de enfermería con una asesora médica que nos cuenta cómo se utilizaba el material empleado en la época.

-¿Son estas ficciones históricas más duras de asumir para un actor que un papel más contemporáneo?

-No creo que los papeles sean más difíciles de realizar por encontrarse dentro de un contexto histórico determinado, sino más bien por la complejidad del personaje. Pero al final es hablar de sentimientos. Cuando hablas de ellos no importa la época que se represente, porque el miedo, el amor, la venganza, el pudor, todo lo que se puede sentir, se parece bastante en una época o en otra. Es algo universal.

-¿Cada vez están más de moda las ficciones con base histórica, en su opinión, ¿a qué se debe?

-Estamos optando por productos distintos, y hay mucha demanda de ficción española, y las productoras buscan hacer historias que se diferencien. En este sentido, no sólo se están haciendo dramas históricos, cada una con su matiz distintivo. Creo que la historia de España tiene capítulos muy interesantes que contar y que no se han contado tanto, capítulos transcendentes, como fue el conflicto del Rif, que está incluso ahora vigente.