En el cine norteamericano abundan las películas de ángeles que vienen a la tierra a mezclarse con los hombres o espíritus de muertos que vuelven porque tienen asuntos pendientes, desde "Qué bello es vivir" hasta nuestros días.

En esta abundante filmografía se enmarca 'Dragonfly, la sombra de la libélula', la película que mañana emite TVE 1 a las 22 horas, realizada por Tom Shadyac en el año 2002, en la que un médico, racional y poco dado a fantasías, comienza a recibir una serie de señales.

Lo que la película plantea a lo largo de sus 103 minutos es si los muertos se van definitivamente o si es posible comunicarse con ellos a través de diversas formas.

Kevin Costner, protagonista de la película, es un jefe de urgencias de un hospital de Chicago, Joe Darrow, un experto en traumatología que un día recibe la noticia de que su mujer ha muerto en un accidente.

Emily Darrow, también médico, se encontraba de misión humanitaria en Venezuela cuando falleció al sufrir un accidente el autocar en el que viajaba cuando discurría por un camino de montaña.

El accidente hunde al doctor, que tenía en su mujer un "alma gemela", y le aisla cada vez más del mundo; todo le recuerda a su mujer, especialmente las libélulas, debido a que su mujer tenía una marca de nacimiento en el hombro con esa forma.

Las libélulas aparecen a su alrededor, en los sueños de un niño o en dibujos y se pregunta si con estas figuras no estará su mujer intentando contactar con él.

Solo le entiende una monja católica, la hermana Madaline, que ha estudiado lo que sucede en situaciones próximas a la muerte, quien se muestra convencida de que entre su mujer y él hay algo pendiente y de que no descansarán hasta que se resuelva.

Entretenida, a pesar de algunas incoherencias de guión, en esta película también participan los actores Joe Morton, Ron Rifkin, Linda Hunt, Susanna Thompson, Kathy Bates, Robert Bailey y Jacob Smith, entre otros.