Los cuentos de hadas están de moda, si hace unas semanas llegaba Once Upon a Time, esta vez le toca el turno a Grimm, la nueva serie de la NBC que se adentra en el mundo de lo fantástico a través del género procedimental. La cadena presenta esta producción como una de sus apuestas principales de la temporada, pero el género fantástico y el procedimental han sido ya muy explotados en televisión y a pesar del éxito que cosechan, en este caso su unión no aporta grandes novedades.

A pesar de contar con un argumento poco original, la serie promete entretenimiento y su ambiente que recuerda a series como Supernatural, de seguro que enganchará a los fans de este tipo de producciones.

La historia que aquí se cuenta ya se ha visto antes en la película Los hermanos Grimm: en realidad los famosos autores de cuentos,no eran tan imaginativos como hicieron creer, simplemente poseían un don con el que veían demonios y seres monstruosos que el resto del mundo no lograba identificar. Este don ha pasado de generación en generación y el punto de partida de Grimm llega cuando le toca el turno al detective Nick Burckhardt, que descubre que debe seguir los pasos de sus antepasados y luchar contra las fuerzas del mal.

Tal como parece desde el primer episodio, la serie aunque tiene un argumento central donde las fuerzas malignas querrán eliminar a toda costa al valiente detective, el interés de la serie será el de recrear las historias típicas de los cuentos infantiles ofreciendo un toque más moderno y real. Y es que en el capítulo piloto, Nick deberá investigar el caso de una chica desaparecida en el bosque, un caso como otro cualquiera hasta que su don es revelado y se da cuenta de que el sospechoso puede ser un hombre lobo. Pero Nick no deberá dejarse llevar por lo que siempre ha leído en esas famosas historias. Como siempre, las apariencias engañan y se dará cuenta de que no todos los monstruos son malvados.

Con un guión correcto y una calidad técnica más que decente, la serie ofrece un gran potencial en su planteamiento pero su parecido con otras producciones le hace flaco favor a la hora de poder destacar. A pesar de que su estreno no emocione, aunque en términos de audiencia haya sido toda una sorpresa, sus escenas finales terminan con un "continuará" que dejan con ganas de más, en el que se presenta a los malvados principales de la serie y sus intereses. Puede que sea esta trama la que consiga enganchar pero hay dudas de que no sea algo que ya se ha visto miles de veces en Buffy, Sobrenatural o Moonlight.