Los depósitos de jade en China se han agotado y sin embargo aún se conservan grandes reservas en las zonas más inaccesibles de las montañas de la Columbia Británica, la provincia más occidental de Canadá. Actualmente, el 75% del jade de nefrita (llamado así por sus supuestas propiedades curativas para los males del riñón) se produce en esta provincia canadiense,en la montaña Cassiar, donde la familia Bunce vive. Esta estirpe es la protagonista de La fiebre del jade, serie documental que el canal DMax estrena este sábado a las diez de la noche. Tras las sagas de La fiebre del oro ahora la aventura y el esfuerzo de la extracción pasa a un material que ha multiplicado por diez su precio en los últimos años, llegando a doblar al oro, por la demanda del mercado chino.

En el gigante asiático el jade representa riqueza, poder, seguridad, buena salud, suerte y fuerza y es visto como una inversión segura por las grandes fortunas del país, que pueden llegar a pagar hasta un millón de euros por una pieza tallada. Los Bunce, una familia de origen alemán, se dedican a esta explotación, trabajando en los depósitos de roca dura en las morrenas de los glaciares. Se han convertido en la cabeza empresarial y gestión de una localidad ya llamada Jade City.