TVE sale al rescate de sí misma y viene a animar la programación de 2013 con la serie más veterana y la de más audiencia tras Águila Roja, sobre los 5 millones de espectadores. Cuéntame cómo pasó despidió la 13ª temporada con muchos problemas y amarguras, como traslación a los agobios de la crisis que están pasando los españoles, pero al encarar 1981, un año de esperanza tras sortear el golpismo de los militares, la familia Alcántara va a vivir con mejor humor los próximos episodios. Cuéntame se va a inclinar hacia la comedia tras pasar el mal rato del 23-F en el episodio de esta noche (que finalmente no pudo grabarse en el mismo Congreso), con el que arrancan las tramas tras la evocación musical del pasado jueves. Larga noche de transistores y teléfonos es el título del episodio.

En esta temporada, en un guiño con el pasado, Miguel Bosé se encarga de la banda sonora, a ritmo de electropop. Entre las novedades del paisaje se San Genaro se encuentra un videoclub que va a regentar Desi y un restaurante chino que va a hacer la competencia al local de Miguel y Paquita, matrimonio que está al borde de la ruptura y que se presiente como pionero en la ley del divorcio. Y entre las novedades en las tramas se encuentra el refugio en el pueblo natal, en el ficticio Sagrillas, del matrimonio protagonista, de Merche y Antonio, y de la abuela Herminia. Mercedes (Ana Duato) viene a recuperarse así del cáncer, drama que marcó los últimos capítulos. En Madrid se quedan los hijos, con Toni al frente de una emisora de radio con la que va a vivir todos los acontecimientos del 81, incluido el escándalo del aceite de colza adulterado. Inés va a trabajar en una película 'quinqui', que recuerda a los trabajos de Eloy de la Iglesia, y Carlos va a triunfar como empresarios con su bar, el Fly, corazón de la movida musical.

Pese a que 1981, con el Mundial de Naranjito a la vista, fue un año duro, la nueva temporada "se ha descargado de elementos dramáticos para dar paso a un tono un poco más de comedia", adelantaba ayer el jefe de guionistas, Eduardo Ladrón de Guevara, quien vivió en primera persona muchas de las vivencias de los Alcántara. La temporada, que culminará a finales de primavera, llegará hasta la conclusión de dicho año. El director de Ficción de TVE, Fernando López Puig, destacaba ayer el tono revisado con que afronta la nueva tanda la reconocida producción del grupo Ganga, con Miguel Ángel Bernadéu en la producción ejecutiva, que incluso luce un Premio Nacional de TV.

Imanol Arias ya tiene olvidado su intento de dejar la serie hace dos temporadas y ahora ha sido más protagonista por su peinado en Nochevieja que por su papel como Antonio Alcántara; y la sevillana María Galiana sigue feliz como abuela de la familia, paseando en los exteriores que han dado vida a Sagrillas: los pueblos de Bargas (Toledo) y Arahuetes (Segovia). Pilar Punzano, Pablo Rivero y Ricardo Gómez encarnan a unos hijos ya muy cambiados y Juan Echanove y Ana Arias son el matrimonio de la polémica. Un nuevo personaje interpretado por Jorge Suquet vendrá a sembrar más cizaña entre ellos. Este actor encarnará a un colaborador del doctor Jiménez del Oso para investigar asuntos paranormales en el barrio. La madre de él es Itziar, que supone la incorporación de Pilar Bardem a esta serie.

En el plano cómico los Alcántara tendrán en Sagrillas a una familia vecina algo delirante, la de un emigrante que regresa también al pueblo, Rodolfo Miravete, interpretado por Joaquín Nuñez.

Al equipo de directores se ha sumado en esta temporada Óscar Aibar (El gran Vázquez) que se une a Agustín Crespi, Antonio Cano, Azucena Rodríguez y Moisés Ramos, todos bajo la batuta final de Bernadéu.