¿Por qué no grabó durante la pandemia?

Alberto Chicote tendrá que vérselas ahora con un militar

Alberto Chicote en el FesTVal de Vitoria en esta semana

Alberto Chicote en el FesTVal de Vitoria en esta semana / Atresmedia

Diez años después de su aparición en el FesTVal de Vitoria y al poco en las pantallas desde La Sexta, Alberto Chicote y Pesadilla en la cocina regresan con las mismas energías y con la sabiduría que han dado todas estas temporadas. De hecho el chef madrileño ha hecho mucho más que echar broncas por los fogones pringosos y fue conductor del talent culinario Top Chef y reportero impertinente en formatos como Te lo vas a comer.

Con la pandemia fue difícil retomar el trabajo de Pesadilla en la cocina. En esta pasada primavera la maquinaria de la productora Warner, se puso en marcha. Nuevos restaurantes para tomar de las orejas, cambiarlo por dentro y reformarlo por fuera. Chicote ha presentado la nueva temporada en Vitoria y ya se adelanta que habrá de nuevo enfrentamientos sonados, situaciiones extremas y gente que va a perder los papeles ante las advertencias del cocinero. Será la octava temporada, que está al caer, y que llegará con una visita al Camino de Santiago. Un establecimiento dedicado a los peregrinos, un hotel-restaurante en la Vía dela Plata, va a necesitar ayuda.

Alberto Chicote en su primera grabación de lo nuevo de 'Pesadilla en la cocina' Alberto Chicote en su primera grabación de lo nuevo de 'Pesadilla en la cocina'

Alberto Chicote en su primera grabación de lo nuevo de 'Pesadilla en la cocina'

En esta tanda de entregas habrá por primera vez un restaurante de temática militar, un bar típico andaluz (fuera de Andalucía lo nuestro enseguida se desvirtúa), y de nuevo habrá que revisar qué se entiende por restaurante medieval. En esta ocasión Chicote se pone a prueba con la ayuda simultánea en dos negocios. Doble ración de disgustos y enfados en un mismo programa.

En la edición del FesTVal de 2012 se presentó este Pesadilla en la cocina que llegaba como innovación y el ex jugador de rugby se convertía en el émulo español del gruñón Gordon Ramsay (Kitchen Nightmares). Fue un éxito en esa primera aparición (2,8 millones, 13,7% en su estreno en octubre de 2012) y el formato ha ido fortaleciéndose dejando momentos inolvidables en estos años. Desde La Sexta se destaca que Chicote “ha tirado de perseverancia, paciencia y tenacidad para hacer frente a los desafíos”, aunque más de un restauante después se ha quejado de los métodos del programa. Pese al esfyerzo por rehabilitar y dotar de formación y líneas de trabajo a los propietarios y equipos una gran parte de los locales han ido cerrando con los años.

La Sexta adelanta que en esta temporada reflejarán problemas sociales como el desempleo, la jubilación o el maltrato a través de los locales seleccionados y conflictos entre dueños y empleados que mantendrán los sentimientos a flor de piel a lo largo de toda la edición. “Habrá situaciones límite que el propio Alberto Chicote admite no haber vivido jamás”, asegura la cadena.

Alberto Chicote, en uno de los capítulos de 'Pesadilla en la cocina' Alberto Chicote, en uno de los capítulos de 'Pesadilla en la cocina'

Alberto Chicote, en uno de los capítulos de 'Pesadilla en la cocina' / Atresmedia

La media de audiencia del programa es de cerca de 2 millones de seguidores por entrega y 10,9% de cuota, pero Pesadilla en la cocina también se rentabiliza en redifusiones y amplias reposiciones en canales como Mega.

A lo largo de estos diez años el espacio ha pasado por todas las comunidades autónomas y la ciudad de Melilla y ha trabajado en pueblos pequeños, en barrios del extrarradio y locales céntricos. Una ubicación determinada no garantiza el éxito. Han fallado tugurios sin esperanza, pero también locales de lujo sin rumbo que pidieron la ayuda de Alberto Chicote. A lo largo de estos años han pasado conceptos como un restaurante-barco, un chiringuito en la playa, una tetería o un food truck, muestra a su vez de las variedad y realidad de la hostelería. Fuera de España Chicote también se las ha visto en Miami, Hamburgo, Andorra o Utrecht. El chef, que adelgazó hace un par de años, no para.

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