2021 ha comenzado con serios sobresaltos para WhatsApp. Cambios de condiciones obligatorios para sus usuarios, agresiva campaña de captación de nuevos clientes por parte de la competencia, cruces de informaciones contradictorias sobre la seguridad y fiabilidad de cada una de las aplicaciones de mensajería instantánea que dominan el mercado y planes de futuro para mantener el liderazgo dentro de la selva tecnológica.

Si indagas un poco por Internet, observarás que muchos sugieren que cambies a alternativas como Telegram o Signal, dando carpetazo a WhatsApp, como no hacerlo te llevara al mayor absoluto de los apocalipsis. No es para tanto...al menos de momento. WhatsApp todavía se puede usar, pero sí es cierto que es necesario cambiar cierta configuración crítica para mantenerse a salvo de posibles ataques de ciberdelincuentes.

WhatsApp está cambiando. La plataforma de mensajería ha confirmado este 2021 los cambios anunciados hace unos meses que abren un mayor intercambio de datos con Facebook, en lo que supone un primer paso sobre el objetivo final de crear una plataforma única para todas las aplicaciones que tiene bajo su dominio el bueno de Marck Zuckerberg.

La idea de que el mensajero privado más grande del mundo (WhatsApp) comparta datos con la máquina de datos más 'agresiva' del mundo (Facebook) ha provocado una reacción inmediata entre los usuarios, que empiezan a buscar altenertiva en el mercado. Es ahí donde aplicaciones como Telegram o Signal han encuentrado su nuevo caladero de clientes, aumentando sus usuarios de forma considerable (De 10 millones de descargas a superar los 50 millones en el caso de Signal).

We continue to shatter traffic records and add capacity as more and more people come to terms with how much they dislike Facebook's new terms. If you weren't able to create a new group recently, please try again. New servers are ready to serve you.

— Signal (@signalapp) January 10, 2021

El problema de los metadatos

Es hora de analizar bien la situación y mantener la perspectiva. Incluso con los cambios que nos exigen aceptar para mantener el serivicio, los datos más privados y sensibles en WhatsApp, sus mensajes, permanecerán privados para nosotros y las personas con las que nos comunicamos, ya que los mensajes se cifran de extremo a extremo a medida que se envían.

Incluso WhatsApp no tiene forma de acceder al contenido en tránsito, mientras que los mensajes en su teléfono están protegidos por la seguridad de su dispositivo. El problema son los metadatos: quién, cuándo y dónde se produce ese intercambio de mensajes, así como nuestros contactos y la información sobre el dispositivo. WhatsApp recopila demasiados datos, mucho más que los de Signal, Telegram e iMessage. Correcto.

Pero muchos menos que Facebook, Messenger, Google, Instagram, Snapchat y TikTok. Si te dedicas a hacer vídeos virales, a chatear con tus amigos por Instagram o pedirle consejos a Google, WhatsApp no es tu mayor problema.

¿Entonces? ¿Qué hacemos con WhatsApp? Pues puede seguir usando la aplicación, pero debe cambiar su configuración para poder hacerlo de manera segura, tal y como explica el experto en ciberseguridad Zak Doffman

• Debe evitar que el contenido malicioso que se le envíe en WhatsApp infecte su teléfono con malware evitando los enlaces y los archivos adjuntos desconocidos.
• Debe desactivar la opción de guardar automáticamente imágenes en el álbum de fotos o la galería de su teléfono. 

Y mucho más importante, hay dos configuraciones más que realmente ponen en riesgo su privacidad y que debe cambiar. Agregar un número PIN en su aplicación y desactivar las copias de seguridad. Así, un ciberdelincuente no podrá secuestrar su cuenta, incluso practicando alguna acción de smishing.

Las copias de seguridad no están protegidas por el cifrado de extremo a extremo de WhatsApp y otras aplicaciones como Signal ya no ofrecen copias de seguridad en la nube dados los riesgos, por lo que puede ser el momento perfecto para desactivarlas ¿Y cuál es la verdadera realidad de los cambios forzosos en los términos? Pues ni más ni menos que ayudar a las empresas a usar WhatsApp para enviarle mensajes y venderle, vinculando a Facebook a medida que lo hacen. Este es el verdadero cambio que está haciendo WhatsApp: comercializar la plataforma.

We want to address some rumors and be 100% clear we continue to protect your private messages with end-to-end encryption. pic.twitter.com/6qDnzQ98MP

— WhatsApp (@WhatsApp) January 12, 2021

WhatsApp, Instagram y Facebook Messenger, juntos

Así, de momento, y por mucho que se avise de la llegada del 'lobo' del control absoluto de nuestros datos y el riesgo de seguridad, la realidad es que con estos matices puede seguir usándose whatsapp de forma totalmente segura.

Diferente será en un futuro próximo cuando los planes de Zuckerberg terminen de cristalizar y formalice la integración de la plataforma que unirá Facebook, WhatsApp, Messenger e Instagram, una idea que empezó a tomar cuerpo desde antes del inicio de la pandemia y cuya relevancia está en conocer si los miles de empleados de Facebook logran reconfigurar la plataforma para que todas las aplicaciones incorporen cifrado de extremo a extremo, una medida significativa para que los mensajes solo puedan ser vistos por los participantes de una conversación, y no al revés.

El riesgo y la desconfianza entre los expertos es que la evolución comercial de WhatsApp hace presagiar que la idea inicial puede haber cambiado y dicha integración puede tomar una dirección diferente. La cruda realidad es que esta integración podría significar un problema mucho más serio para nuestra privacidad de lo que acabamos de ver. Y entonces sí sería el momento de replantearse seriamente seguir haciendo uso de dicha plataforma...si somos capaces de dejarla.