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Rusia prepara un nuevo escenario bélico en Ucrania para principios de 2023

  • Ucrania sospecha que los intensos bombardeos aéreos de los últimos meses son sólo una estrategia de desgaste

Un soldado ucraniano maneja su ametralladora a las afueras de Kiev.

Un soldado ucraniano maneja su ametralladora a las afueras de Kiev. / EFE

El presidente ruso, Vladimir Putin, prepara un nuevo escenario bélico, según Ucrania, quien sospecha que los bombardeos aéreos de los últimos meses son solo una brutal maniobra de desgaste con vistas a la gran ofensiva que los rusos lanzarán a principios del próximo año.

Para ello, Putin visitó el mando operativo conjunto y se reunió con la plana mayor del Ejército que combate en el país vecino, informó este sábado el Kremlin. "Camaradas oficiales, escucharemos a los comandantes en cada flanco operativo. Me gustaría conocer sus propuestas sobre nuestras acciones a corto y medio plazo", aseguró al comienzo de la reunión el viernes.

Acompañaron a Putin el ministro de Defensa, Serguei Shoigu, y el jefe del Estado Mayor, Valeri Guerasimov, muy criticados por los considerados humillantes repliegues de los últimos meses.

Ucrania cree que, pese a los reveses en las regiones de Jarkov y Jerson, el líder ruso sigue sin renunciar a los maximalistas objetivos de la campaña militar, que incluyen "desnazificar" Ucrania.

Desde el nombramiento del nuevo comandante de las fuerzas rusas en Ucrania, Serguei Surovikin, la estrategia ha sido la de ganar tiempo para instruir a los 300.000 reservistas movilizados por Putin en septiembre.

El propio presidente reconoció que sólo 77.000 han entrado a formar parte de las unidades de combate, mientras el resto continúan su entrenamiento en territorio ruso.

En los combates que tienen lugar en las últimas semanas en el Donbás, en particular en Bajmut y Marynka, participan mayoritariamente pequeñas unidades de asalto integradas por los efectivos reclutados por la compañía militar privada Wagner, lo que incluye a ex presidiarios.

El invierno no será un obstáculo para las acciones ofensivas, como ya ocurriera en 2015, cuando la derrota ucraniana en Debáltsevo llevó la firma de los Acuerdos de Minsk, según el Instituto para el Estudio de la Guerra.

La congelación de suelo debido a la nieve y las bajas temperaturas únicamente acelerarán el avance de las brigadas motorizadas rusas y ucranianas.

A principios de esta semana, el ministro de Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, aseguró que Rusia lanzará una "gran ofensiva" a finales de enero o en febrero con el fin de conquistar nuevos territorios y adujo que el Ejército ruso ha estado trasladando en las últimas semanas armamento pesado al frente, especialmente en Lugansk.

Le secundó el jefe del Estado Mayor, Valeri Zaluzhny, quien consideró enero el peor de los escenarios para Kiev y marzo, el menos malo. "No dudo de que de nuevo (los rusos) avanzarán hacia Kiev", comentó a The Economist.

Admitió que la movilización rusa, aunque desorganizada y criticada en casa, "funcionó" y ha permitido a Moscú, sino levantar la moral, sí dar descanso a las tropas que llevaban meses combatiendo en Ucrania.

"El zar les dijo que vayan a combatir y combatirán. He estudiado las dos guerras chechenas. Fue igual. Puede que no estén muy bien equipados, pero, de todas formas, representan un problema para nosotros", aseguró.

Si Zelenski pidió baterías antiaéreas y Kuleva Howitzers de 155 milímetros de calibre, Zaluzhny demandó 1.500 tanques, blindados y piezas de artillería, de lo contrario el Ejército ucraniano solo podrá defenderse y nunca expulsar al enemigo de su territorio.

"Tenemos suficiente gente. No necesito cientos de miles (de movilizados). Necesito recursos (...). Recibo lo que recibo, pero es menos de lo que necesito. Con estos recursos no puedo lanzar nuevas operaciones de gran magnitud, aunque ahora esté preparando una", dijo.

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