El municipio de la comarca de la Sierra Morena ha sido el único de Sevilla en el que el partido naranja ha sido el más votado y con mayoría absoluta. El grupo concurrió a las elecciones de 2015 como Unidos por Almadén y ya tenía dos concejales.

Las cuentas municipales están prorrogadas y la Casa Grande funciona con partidas desviadas. Las inversiones y los nuevos proyectos no se contemplarán hasta 2020. Lo primero será aprobar un presupuesto para poder cerrar el año.

Ha cosechado más del 70% de los votos y 16 de 21 concejales.

Estos cambios no alterarán la hegemonía socialista, que aumenta su mayoría absoluta hasta 18 de los 31 diputados. Los datos no son todavía definitivos.

Ha obtenido un representante más por el partido judicial de Osuna, que antes tenía IU.

Son Cañada Rosal, El Castillo de las Guardas, El Palmar de Troya, Las Navas y Castilleja del Campo.

Son los votos que separan al PSOE del PP y que valen un concejal. La junta electoral de zona debe pronunciarse el miércoles sobre la impugnación de varios votos.

El PP sufre la mayor sangría de apoyos en Casco Antiguo y Nervión, a pesar de conservar su victoria en ambas zonas. Adelante pierde votos sobre todo en Cerro-Amate, el barrio que registra la abstención más alta, y en Este-Alcosa-Torreblanca.

El número se ha reducido con respecto a 2015, cuando hubo 41. El PP suma con Cs para gobernar en Bormujos, pese a que los socialistas son los más votados. El PSOE apuesta por un gobierno “estable y fuerte” en Espartinas, al igual que el PP en Huévar.

En mes y medio se ha entrevistado con los 3.500 vecinos de la localidad sevillana. Su lista la integran antiguos votantes del PSOE, IU y Podemos.