Infraestructuras

Tecnologías para la seguridad marítima

  • Desde las estaciones terrestres de la Red AIS se observa, se identifica y se realiza un seguimiento en tiempo real de la mayoría de los buques que navegan por el litoral andaluz.

En Andalucía están ocho de las 37 estaciones terrestres establecidas por Telefónica en España para garantizar la seguridad marítima. Estas estaciones, repartidas en cinco provincias, forman parte de la Red AIS de la compañía, la infraestructura sobre la que se sostiene el sistema AIS (Automatic Identification System). Este Sistema de Identificación Automática permite el reconocimiento y seguimiento de buques, bien desde otras embarcaciones, bien desde estaciones terrestres, para mejorar la seguridad de las personas en el mar y la eficiencia en la navegación.

En concreto, las ocho estaciones  terrestres ubicadas en el litoral andaluz se sitúan en Tarifa y Cádiz; Carboneras y Cabo de Gata (Almería); Motril (Granada); Málaga; Matalascañas y Huelva. Estas ocho estaciones son las que se integran en la Red AIS de Telefónica, infraestructura sobre la que se sostiene el sistema que permite obtener información de todos los barcos que estén en aguas españolas y dispongan de equipamiento AIS instalado a bordo. Las estaciones están estratégicamente solapadas para garantizar la eficiencia de la cobertura si se produce alguna avería puntual en alguna de ellas. Más de 150 personas se ocupan de la explotación y la operatividad del servicio AIS en Andalucía, tarea que realizan de forma compartida con el resto de infraestructuras que Telefónica tiene en otras provincias.

El sistema, que se estructura en estaciones costeras AIS, servidores AIS e infraestructuras de comunicaciones AIS, garantiza un anillo de cobertura de unas 30 o 35 millas náuticas alrededor de las costas, aunque la cobertura real está en torno a las 70 millas náuticas. Esta variación se debe a que la transmisión/recepción de la información AIS se realiza en la banda de VHF y el alcance de las señales de radio es muy sensible a los cambios meteorológicos. El buen tiempo amplía la cobertura del sistema y el mal tiempo la disminuye.

Esta herramienta es más fácil e intuitiva que el radar y permite estimar el nivel de peligro de forma muy rápida, al no existir confusión entre accidentes geográficos y embarcaciones, pero no lo sustituye, sino que es un instrumento complementario.

El sistema fue aprobado por la  Organización Marítima Internacional en 2002, con un calendario de implementación que comenzó a finales de 2004 en función de las características del buque. Desde 2007 es un sistema obligatorio para todos los buques de travesía internacional de más de 300 toneladas, los de más de 500 toneladas y para todos los barcos de pasajeros. La obligatoriedad se ha extendido también a los buques pesqueros de entre 24 y 45 metros de eslora y, a partir del próximo 31 de mayo, a los pesqueros de entre 18 y 24 metros. Además, desde mayo de 2014 lo será para los de eslora total o igual a 15 metros e inferior a 18 metros.

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