Sociedad

El vertido producido por el incendio de una nave en Vigo llega a la playa

  • El vertido de detergente ha afectado a 300 metros de la orilla de la playa de Samil, donde se ha colocado la bandera roja de forma provisional

El vertido en el río Lagares provocado por el incendio que el sábado calcinó completamente una nave empresarial en el barrio vigués de Cabral ha llegado a la playa de Samil, por lo que el Ayuntamiento ha decidido colocar la bandera roja, informó hoy el alcalde, Abel Caballero.

En declaraciones a los periodistas en los alrededores de la nave siniestrada, Caballero explicó que el vertido que ha llegado a la desembocadura del río Lagares es detergente de la empresa de limpieza en donde se originó el incendio ayer de madrugada en el polígono de Gorxal de Cabral.

En el arenal vigués se ha izado bandera roja de manera "provisional", indicó el regidor, y se está informando, a través de megafonía en la propia playa, de las características del vertido que, al tratarse de detergente, es visible por la espuma.

Según Caballero, el vertido de detergente, que ha afectado a unos 300 metros del borde de la playa en la desembocadura del río, está siendo atajado por unas sesenta personas de un dispositivo especial, con la intención de poder colocar lo antes posible la bandera amarilla de nuevo.

Sobre el río, Caballero afirmó que ha dejado ya de verterse líquido desde la nave incendiada, mientras que el director general de Medio Ambiente, Emilio Fernández, confirmó que todos los esfuerzos se centran ahora en reducir la llegada de detergente al mar.

No obstante, quiso tranquilizar a la ciudadanía, porque el detergente es "biodegradable" y, pese a la "notable mortalidad" de la fauna que se ha producido en el río Lagares, confía en una "rápida" recuperación de los peces.

En cuanto a la nave siniestrada, a primera hora de la mañana comenzó su demolición, ya que los muros externos corrían peligro de derrumbe.

Ayer a última hora de la noche se contrató a una empresa para echarla abajo y la previsión es que en las próximas horas esté demolida gran parte de la estructura, aunque no por completo.

Durante la noche, un retén de bomberos y policías vigilaron la nave semiderruida y estuvieron controlando también la posibilidad de pequeños conatos de incendio que, finalmente, no se reavivaron.

El alcalde de Vigo elogió la capacidad de respuesta que ayer demostró la ciudad ante una "situación compleja" por el incendio de esta nave, que obligó a desalojar a unas 180 personas que vivían próximas y que ha dejado, en principio, sin trabajo a unos 250 empleados en las diez empresas afectadas.

Por ello, mañana se celebrará una reunión entre responsables de la Consellería de Trabajo, empresarios afectados y dirigentes locales para abordar la situación en la que se encuentran estos trabajadores.

El incendio en esta nave de 50.000 metros cuadrados se originó en la madrugada del viernes al sábado y los bomberos tardaron más de ocho horas en sofocarlo.

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