Un tiroteo en un templo sij en el estado norteamericano de Wisconsin dejó al menos siete muertos, entre ellos presuntamente el atacante, según informó ayer la Policía. Además, al menos tres personas resultaron heridas.

El jefe de policía Bradley Wentlandt dijo que aparentemente hay que agradecerle a un efectivo que no haya más víctimas. Este agente se enfrentó al atacante y recibió varios tiros que lo dejaron herido de gravedad. Sin embargo, logró "abatir" al agresor, señaló.

Según las primeras informaciones, aparentemente habría un solo atacante. Inicialmente se temió que hubiera cómplices atrincherados con rehenes en el interior del templo. "Hasta el momento no detectamos a otro atacante", dijo Wentlandt, precisando que la situación es "extremadamente fluida" y que los agentes todavía buscan controlar la escena del crimen, contar las víctimas y contactar a los testigos.

La Policía señaló que el atacante abrió fuego alrededor de las 10:25 en el templo de Oak Creek mientras se encontraban allí unas 100 personas. Cuatro personas murieron en el recinto y otras tres en el exterior.

Según la emisora local WISN, al momento del sangriento hecho había unos 100 creyentes en el templo. Oak Creek tiene una floreciente comunidad sij, con unos 400 miembros, indicó.

Otros reportes indicaban que los tiros se produjeron en medio de preparativos para un almuerzo comunitario de los fieles. Los sij son seguidores de un movimiento reformista religioso surgido en el norte de la India en el siglo XV. La mayoría de los sij viven en la India, pero también hay muchos en el Reino Unido y Estados Unidos.

Tres de las víctimas del tiroteo se encontraban al cierre de esta edición en estado crítico en el Hospital Froedtert de Milwaukee, apuntó un portavoz de la institución a CNN. Muchas de las heridas eran en los rostros.

Una de las tres personas que era atendida en el hospital es el presidente del templo. El hijo del presidente declaró a CNN que fue llamado al interior del recinto por un sacerdote, quien le dijo que su padre había sido herido.

En el exterior del templo se fue reuniendo cada vez más gente, a medida que trascendía la noticia del tiroteo. Muchos tenían parientes y amigos cuyos paraderos se desconocen.

El sangriento hecho se registra a unas dos semanas de la reciente masacre en un cine de Colorado, en la que murieron 12 personas y unas 60 resultaron heridas, lo que reavivó el debate en Estados Unidos sobre un mayor control de armas. El tiroteo en un cine de Aurora tuvo lugar el pasado 20 de julio durante la premiere de la última película de la saga Batman, "The Dark Knight Rises".