Sociedad

Las estrellas masivas se crean igual que otras menores como el Sol

  • Estos cuerpos son los responsables de la producción de elementos 'pesados' como el hierro · El hallazgo, publicado en 'Science', ha sido realizado por científicos españoles

Científicos españoles han descubierto que el proceso de formación de las estrellas masivas en sus fases iniciales es similar al de otras menores, como el Sol, y que está regulado por campos magnéticos interestelares en lugar de por turbulencias como se pensaba. Este descubrimiento es fruto de una investigación, publicada en la revista Science, dirigida por Josep Miquel Girart, del Instituto de Ciencias del Espacio, y en la que han participado María Teresa Beltrán, del Observatorio de Arcetri en Italia, y Robert Estalella, de la Universidad de Barcelona.

Los campos magnéticos interestelares son el principal agente para controlar el colapso de las nubes moleculares en donde se forman las estrellas, unas regiones extremadamente frías, que son las más densas del medio interestelar de la galaxia.

Los científicos han observado con el radiotelescopio Submillimeter Array, situado en las proximidades de la cima de Mauna Kea, en Hawai, que el campo magnético es el agente principal que controla el colapso de la nube de gas y polvo. Además contiene estrellas masivas jóvenes ubicadas en la constelación Serpiente, a 23.000 años luz de la Tierra. La propia acción gravitatoria de la región más densa y caliente de la nube molecular es tan intensa que desencadena un "espectacular" proceso de contracción, en lo que se denomina colapso. A continuación, el centro de la nube se va haciendo más y más densa, hasta que se forma una estrella.

Según el investigador Girart, las estrellas masivas, de tamaño superior a ocho masas solares, "representan únicamente el 1% de nuestra galaxia, pero dominan el aspecto y la evolución del medio interestelar". Son responsables de la producción de elementos "pesados", como el hierro. En la investigación se han realizado observaciones a longitudes de onda submilimétrica, que han permitido detectar con mucho detalle las propiedades físicas de la nube molecular G31.41+0.31 y, en particular, del campo magnético. Pese a esta peculiaridad morfológica, el tamaño de esta nube molecular es veinte veces mayor al de una nube en donde se forman estrellas como el Sol, 200 veces más masiva y cien mil veces más brillante.

Todavía quedan muchos interrogantes por resolver sobre el futuro de esta nube, según el científico, para quien es "muy probable" que a partir de la nube observada se formen centenares de estrellas. La mayoría de esas nuevas estrellas tendrán características similares al Sol, pero sólo unas pocas serán muy masivas.

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