Sociedad

El empresario que murió en el Raval no estaba drogado ni bebido

  • El informe toxicológico contradice algunas afirmaciones de los Mossos d'Esquadra realizadas durante su intervención, en la que llegaron a decir que "el malo de película estaba superdrogado".

El informe toxicológico de Juan Andrés Benítez, el empresario que murió tras ser reducido por los Mossos d'Esquadra en el barrio barcelonés del Raval, descarta que la víctima se encontrara bajo los efectos de la cocaína o el alcohol cuando falleció. El informe toxicológico concluye que el empresario presentaba menos de 0,01 miligramos de cocaína por litro en la sangre y en el humor vítreo, cuando los efectos tóxicos de esa droga se aprecian en concentraciones de entre 0,25 a 5 miligramos por litro. El informe, elaborado por el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, señala también que la víctima presentaba una cantidad inferior a 0,1 gramos de alcohol por litro en la sangre y en el humor vítreo. De todas formas, esa cantidad ínfima de alcohol en sangre, según el informe forense, "se puede atribuir a una producción endógena postmortem".

El análisis químico-toxicológico fue encargado por la titular del juzgado de instrucción número 20 de Barcelona, que investiga la muerte de Benítez, para determinar si la víctima se encontraba bajo los efectos de algún tóxico y averiguar, de esa forma, las causas de su fallecimiento. El informe toxicológico contradice algunas aseveraciones de los Mossos d'Esquadra, que ya el mismo día de los hechos apuntaron a que el empresario fallecido se encontraba bajo los efectos de las drogas. De hecho, la misma noche del suceso el agente responsable del dispositivo que acudió a reducir a Benítez ya alertó, en una conversación con el responsable de turno de la sala de mando de los Mossos d'Esquadra, que "el malo de la película es muy malo e iba superdrogado", en referencia al empresario fallecido.

Esa conversación la mantuvo el responsable de la unidad que actuó en el Raval a las 23:06, aproximadamente media hora después de que el empresario sufriera un paro cardíaco tras ser reducido por varios agentes de la policía catalana en la calle Aurora de Barcelona. Según el informe de esa conversación, el responsable del dispositivo explicó al jefe de la sala de mando que habían acudido a la calle Aurora por "una pelea entre gente de aquí". "Cuando ha llegado la patrulla, se ha liado a palos con la patrulla. Tiene a la compañera medio inconsciente y el compañero que no se puede ni mover", agregó el responsable del dispositivo policial que intervino en el Raval. "Hemos venido aquí, entonces el loco este, que ha agredido a la víctima y a los dos compañeros, se ha desmayado aquí. Vale. Parecía que estuviera muerto pero no, está bien ahora. Y aquí todo el mundo, pues cuenta centenares de personas, gritándonos asesinos y tirándonos cosas", prosigue la conversación.

De esa comunicación con la sala de mando se desprende además que el responsable del dispositivo pidió el auxilio de dotaciones de orden público con material andisturbios "por si las moscas", a lo que su interlocutor respondió: "Te los envío hacia allí, y después hablamos". Precisamente, la juez que investiga el caso tomará este miércoles declaración en calidad de imputados a ocho agentes que intervinieron en la reducción del empresario, acusados un delito contra la vida y/o contra la integridad física, otro contra la integridad moral, coacciones y obstrucción a la justicia. La juez mantiene en su auto que los agentes que actuaron sobre Benítez no se limitaron a efectuar maniobras de reducción, sino que propinaron a la víctima golpes, puñetazos y patadas, y luego trataron supuestamente de destruir pruebas.

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