La Sábana Santa, el santo sudario, trozos de madera de la cruz en la que fue crucificado Jesucristo, astillas de la cruz, trozos de ropaje, telas, espinas de la corona, los clavos de cristo... El cristianismo ha buscado desde hace siglos restos de lo que fue la Pasión y Muerte de cristo.

Precisamente los clavos de cristo están de actualidad desde hace casi una década en la que una teoría trató de dar un poco de luz sobre la muerte crucificado del Señor. Según esa teoría unos clavos hallados en Israel fueron con los que clavaron a cristo en la cruz. Un reciente estudio de la Universidad de Tel Aviv, en Israel, respalda este teoría y expresa que los hierros son con los que hace casi 2.000 años se crucificó a Jesús. La Universidad ha conseguido verificar que los clavos tienen un total de 2.000 años de antigüedad, tal y como explica la revista Archaelogical Discovery. 

¿En qué se basan para decir eso?

Los clavos fueron hallados en la tumba del siglo I que perteneció al sacerdote Caifás, que fue quién entregó a Jesús a los romanos. Sin embargo hay detractores sobre que sean realmente los clavos. Se duda incluso que estuvieran en la tumba de Caifás. La Autoridad de Antigüedades de Israel sigue defendiendo que los clavos hallados no pertenecen a la cueva de la familia Caifás.