Sociedad

Los cardenales comienzan la preparación del cónclave centrados en "la realidad de la Iglesia"

  • Amigo Vallejo aclara que la reunión está "lejos de las elucubraciones que la envuelven en el misterio".

Segundo día de congregaciones generales y ordinarias en el Vaticano para elegir al próximo Papa. Si ayer se emplearon dos jornadas para fijar el organigrama definitivo de las intervenciones y de los grupos de trabajo, la de hoy va a ser una sesión centrada, casi en exclusividad, en debatir sobre los problemas más acuciantes e inmediatos de la Iglesia. El Colegio Cardenalicio tiene prisa por avanzar en los trabajos que le conduzca al cónclave, e incluso es posible que durante el día de hoy se dé a conocer la fecha definitiva del inicio de las votaciones en la Capilla Sixtina (se barajan como más probables los próximos 10 u 11 de marzo). "No existen en estos momentos razones en la Iglesia para dilatar mucho cuestiones fundamentales", defendió ayer el arzobispo emérito de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo,  uno de los primeros en llegar al Aula del Sínodo.

Amigo Vallejo fue ayer uno de los pocos purpurados que aceptó hablar de manera breve a la entrada de la reunión, aceptando pronunciarse sobre la seriedad de los problemas que tiene que resolver el Vaticano en estos momentos en reuniones como las de hoy en congregación general. "Se tratan varios asuntos relativos a la realidad de la Iglesia, así como los informes de las distintas áreas que afectan a esta situación y en la que se fijará la fecha del cónclave. Es un momento de máxima serenidad, y muy alejado de tantas elucubraciones humanas en las que se le presenta como un proceso envuelto en misterio. Antes bien la oración y la reflexión envuelven el clima de la elección", concluyó.

La anécdota de la jornada la protagonizó un falto obispo que consiguió burlar todos los controles y colarse en el Vaticano disfrazado de cardenal. Se trata de un hacker australiano llamado Ralph Napierski, muy popular en su país y viejo conocido de los responsables de seguridad de la Santa Sede.

Napierski consiguió permanecer durante unos minutos junto a los cardenales en la plazoleta del Aula Pablo VI, donde se celebran los trabajos de preparación del cónclave, e incluso se permitió posar para los fotógrafos al lado de algunos miembros del Colegio Cardenalicio.

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