La diabetes tipo 2 está detrás de muchas muertes prematuras en el mundo. Según la OMS en 2019 murieron un millón y medio de personas por esta enfermedad, que cada año la desarrollan una de cada diez. Algo positivo es que el estado anterior a la diabetes tipo 2 es la prediabetes, que si se actúa a tiempo puede prevenirse y que no llegue a dar el paso siguiente.

En un estudio realizado por Diana Díaz Rizzolo (investigadora del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi y Sunyer (IDIBAPS) y profesora de los Estudios de Ciencias de la Salud de la Universitat Oberta de Catalunya) se ha llegado a la conclusión de que el consumo de quinoa puede ayudar a prevenir la aparición de la enfermedad. Estudio que se ha publicado en la revista Nutrients.

La investigadora cuenta en UOC que indagaron para averiguar qué decía la bibliografía sobre los beneficios de la quinoa pero que solo encontraban hipótesis, sin evidencias. "Los trabajos existentes solo se centraban en algún componente o nutriente concreto, sin tener en cuenta todo el alimento", explica.

La diabetes tipo 2 trae consigo un aumento de los niveles de glucosa en sangre después de ingerir alimentos en los que predominen los hidratos de carbono, ya que el páncreas no realiza bien su función. Algunos estudios realizados en ratones detectaban que estos niveles de glucosa en sangre podían disminuir gracias a los polifenoles, un tipo micronutriente que se encuentra en la quinoa.

Por lo que Diana Díaz y su equipo de trabajo comprobaron qué ocurre si se dejaban de consumir otros alimentos con altos de niveles de hidratos de carbono, siendo sustituidos por quinoa o alimentos hechos a partir de este. Después de un mes, se dieron cuenta de que había tenido consecuencias positivas en el nivel de glucosa en sangre de los participantes.

Cómo prevenir la aparición de la diabetes tipo 2

Las personas de más de 45 años, que padezcan de sobrepeso, tengan la presión arterial alta y un estilo de vida inactivo están en riesgo de tener diabetes tipo 2, por lo que deben realizar una serie de acciones para evitarla o retrasarla. En resumen, todas implican un estilo de vida más saludable.

Lo primero es perder peso, pues el control del peso es uno de los puntos más importantes para prevenir la enfermedad. Llevar una alimentación saludable y hacer ejercicio son otros elementos claves para evitar la enfermedad, que además servirán para alcanzar el primero, señalado anteriormente. Unos 30 minutos de actividad física al día, cinco días a la semana es la cantidad idónea.