El padre que abusó de su hija desde que ésta tenía 6 años hasta que cumplió 21, y a la que dejó embarazada en cuatro ocasiones, ha sido condenado por la Audiencia de Gerona a 13 años y medio de cárcel.

Según recoge la sentencia, el tribunal considera a Manuel Muñoz autor de un delito continuado de agresión sexual, por lo que le obliga también al pago de las costas del juicio y a indemnizar a la víctima con 90.000 euros más los intereses legales.

La sentencia considera probado que el condenado abusó de su hija bajo amenazas desde los 6 años hasta que, con 15, se quedó por primera vez embarazada, aunque abortó a instancias de su padre.

La situación se repitió en otras tres ocasiones, aunque en una de ellas, la víctima, que ya tenía 18 años, optó por dar a luz una niña que nació afectada de una minusvalía psíquica del 80%.

La víctima y su madre pusieron fin a esta situación en 1994, cuando se trasladaron a Alemania para escapar del agresor y evitar represalias.

El relato de la víctima fue considerado por el tribunal como prueba de cargo "apta y suficiente" para acreditar los abusos, sin que se considere un motivo de duda la tardanza en acudir a la justicia.

Además, la prueba biológica efectuada en el Instituto Nacional de Toxicología confirma que Manuel Muñoz es el padre de la hija de su hija con un índice de fiabilidad del 99,99%.

La sentencia aplica al agresor una atenuante por el retraso de 14 años en el inicio del procedimiento, que equivale a más del 90% del plazo de prescripción, aunque sólo se reduce la pena en un grado para que el castigo no se vea mitigado en exceso ante la "extrema gravedad de los hechos".

Así, la condena final es de 13 años y medio de cárcel, pago de costas e indemnización de 90.000 euros, junto a una inhabilitación durante ese tiempo para el derecho de sufragio pasivo.

Por otro lado, el juzgado de Violencia de Género de Elche (Alicante) decretó prisión provisional, comunicada y sin fianza para el hombre detenido acusado de lanzar ácido a su ex pareja el sábado en la localidad, según informó el lunes el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana en un comunicado.

La causa está abierta por quebrantamiento continuado, amenazas graves, coacciones y dos delitos de malos tratos. Según señaló el TSJCV, el presunto autor de los hechos tenía en vigor una orden de alejamiento sobre la víctima dictada en 2013. La mujer contaba, además de contacto con la Policía Local, con un dispositivo de teleasistencia.

Los hechos se produjeron el sábado sobre las 7:30 en una vivienda de la pedanía ilicitana de Torrellano cuando el hombre presuntamente roció en la cabeza y la cara de la mujer con un líquido abrasivo. La víctima, tras ser agredida, bajó a la calle, donde la encontró una patrulla de la Policía Local, por lo que pudo ser atendida en un primer momento por los agentes.