A todos les sonará un medicamento llamado Regeneron, es el que utilizó Donald Trump para tratarse cuando estuvo contagiado por el coronavirus. Pues bien, Regeneron ha conseguido la autorización de emergencia por parte de La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos.

Para aquellas personas que no sepan el tratamiento a seguir con este medicamento, consiste en lo que se conoce como un cóctel de anticuerpos que, tras varios estudios, se ha confirmado que su aplicación temprana mejora la condición sanitaria de los pacientes. este trámite por parte de la FDA se ha llevado a cabo para aplicarlo en pacientes de más de doce años que, por sus particularidades clínicas, pueden desarrollar los síntomas más graves de la enfermedad y que no estén ni hospitalizados, ni necesiten oxígeno.

Regeneron no es el primer medicamento que consigue la aprobación de La Administración de Alimentos y Medicamentos. Hace poco más de un mes, otro llamado Eli Lilly, fue admitido y ya se aplica en los centros sanitarios del país.

Una de las promediad de Donal Trump

El derrotado por Biden, Donald Trump, tras recuperarse de su contagio por coronavirus, prometió a toda al población estadounidense que este fármaco se dispensaría de forma gratuita. En este sentido, la empresa ha recibido más de 400 millones de euros del Gobierno federal y las 300.000 primeras dosis serán gratuitas como dijo Trump, aunque esto puede variar en función de los seguros sanitarios de los ciudadanos.

Como ocurre con las vacunas, Regeneron tiene que ver cómo distribuye y elabora este medicamento para tantas personas. La compañía cree que para estas semanas podrá tener suficientes dosis para 80.000 personas y llegarán a poder tratar a 200.000 pacientes a comienzos de enero y a 300.000 a final de mes con acuerdos como los alcanzados con Suiza Roche.

Compañía Regeneron 

Regeneron es una empresa de biotecnología líder que inventa medicamentos que transforman la vida de personas con enfermedades graves. Fundada y dirigida durante más de 30 años por médicos-científicos, tienen una capacidad única para traducir la ciencia en medicina de manera repetida y constante. Esta característica ha hecho que ocho tratamientos, entre ellos el de Trump, queden aprobados por la FDA.