Sociedad

El País Vasco aprueba una ley de muerte digna sin eutanasia ni suicidio asistido

  • El Parlamento de Vitoria apoya en Pleno la nueva norma, pero el PSE y UPyD la califican de poco ambiciosa El texto garantiza los cuidados paliativos en el domicilio del paciente

El País Vasco cuenta desde ayer con una ley de muerte digna en la que no se menciona ni la eutanasia ni el suicidio asistido, pero se garantiza que las personas que se encuentren en el "proceso final de su vida" tienen derecho a rechazar los tratamientos, a pesar de que "se pueda poner en riesgo su vida".

La norma salió adelante por unanimidad, tras haberse rechazado las enmiendas donde el PSE pedía que se incorporase al texto una disposición transitoria que fijara que "la ayuda médica para morir se garantizará" cuando se despenalice la eutanasia y el suicidio asistido a través de la reforma del Código Penal.

La ley vasca establece que todas las personas que estén en el "proceso final de su vida", así como quienes puedan ser responsables de ellas en caso de incapacidad, tienen derecho a que "se respeten las decisiones que tomen respecto a las intervenciones que afecten a dicho proceso". Estas decisiones, que pueden implicar la "puesta en peligro de la vida" al rechazar tratamientos, pueden hacerse de manera directa en esos momentos o a través de una declaración de voluntades anticipadas o de otro tipo de instrucciones previas.

Asimismo, el texto recoge que la negativa a estas intervenciones no supondrá que se deje de recibir atención sanitaria, en especial cuidados paliativos dirigidos a aliviar el dolor, el sufrimiento y otros síntomas "para hacer más digno y soportable el proceso final de la vida". Los cuidados paliativos se podrán prestar, tanto en el centro sanitario como en su domicilio. Para ello, la ley señala que si fuera preciso se deben establecer los "mecanismos necesarios para garantizar la continuidad asistencial" en el lugar elegido por el paciente.

La normativa también ampara el derecho de los enfermos a la intimidad, privacidad y confidencialidad y a no compartir habitación en el hospital en el proceso final de sus vidas. También garantiza que puedan estar acompañados por familiares el mayor tiempo posible. Estas habitaciones deberán contar con un "mobiliario adecuado" para el descanso del acompañante, al que también se le garantizará "la limpieza y las dietas si fuera necesario".

Todos los partidos coincidieron en que la norma supone un paso importante, salvo el PSE y UPyD que, aunque reconocieron avances, lamentaron que se ha perdido una oportunidad para hacer una ley más ambiciosa. La parlamentaria de EH Bildu, grupo proponente de esta nueva legislación, Rebeka Ubera destacó que es un "paso significativo" que "blinda" la voluntad de estos enfermos, al tiempo que ha reconocido que "en el camino hacia el Everest (a la despenalización de la eutanasia) se ha llegado al campo base".

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