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Madres y RSC, un compromiso con la familia vital para la sociedad

  • Ser madre es ser educadora y, hoy en día de forma mayoritaria, ser trabajadora. Son dos roles indispensables que deben ser muy cuidados por la RSC de las instituciones y las empresas

Una madre levanta a su hijo ante la puesta de sol.

Una madre levanta a su hijo ante la puesta de sol. / Huelva Información (Huelva)

SER padre también es ser educador y ser trabajador, sin duda ninguna, pero hoy es el día de las madres. Además, en las mujeres impactan con mayor peso otras urgencias de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC): la conciliación familiar, la igualdad de oportunidades, la prevención del acoso, la brecha salarial... No quiero decir con esto que no haya que defender los mismos derechos para los hombres, lo que pasa es que de momento las estadísticas demuestran que las más necesitadas de apoyo en esos aspectos son las mujeres, y muy especialmente las madres que hoy celebran su día. Por eso es el día perfecto para pararse a reflexionar sobre todo lo que las madres hacen por la sociedad y cuánto más debería cuidar a las familias la RSC de las empresas.

Datos, datos, datos

El pasado mes de marzo el Clúster de Impacto social que coordina Forética, formado por 66 grandes organizaciones empresariales de nuestro país, publicaba un estudio con claves para impulsar la contribución empresarial a la igualdad. En el documento queda reflejado que la maternidad penaliza la carrera profesional del 70% de las mujeres, algo que sólo perciben el 56% de los hombres. Según recoge el mismo estudio, el 90,6% de las excedencias para cuidar a familiares son solicitadas por mujeres; el 77,5% de las mujeres realizan las tareas del hogar a diario frente a un 32,9% de los hombres; los salarios de los hombres superan de media 5.000 euros al año al de las mujeres.

Son datos del estudio “El rol empresarial en la brecha de género” y está a disposición de quien lo quiera consultar en la web de Forética. En él no sólo hay cifras negativas. Según publica el informe, la OIT (Organización Internacional del Trabajo) estima que reducir la brecha de género en las empresas en un 25% “generaría a la economía española un beneficio de 30.700 millones de euros”. Eso y mucho más. Avanzar en ese 25% hacia la igualdad real además “supondría un incremento de 3 puntos porcentuales en la tasa de actividad femenina, un aumento del PIB (Producto Interior Bruto) de un 1,9% y se generarían 11.700 millones de euros en ingresos fiscales”.

Lograr la igualdad entre los géneros y emponderar a todas las mujeres y niñas. Lograr la igualdad entre los géneros y emponderar a todas las mujeres y niñas.

Lograr la igualdad entre los géneros y emponderar a todas las mujeres y niñas. / Huelva Información (Huelva)

Les recomiendo su lectura, sobre todo si tienen una empresa y quieren saber cómo su organización, tenga el tamaño que tenga, puede colaborar en este reto mundial que tiene entidad de Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. Es el quinto ODS y se llama “Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas la mujeres y las niñas”. Amén.

Con todos estos datos, y con los de otros muchos informes que se publican habitualmente, podríamos seguir enumerando beneficios cuantitativos de la RSC que se preocupa por la igualdad y de forma específica por las mujeres en su rol de trabajadoras. Pero hoy toca centrarnos en el rol de las mujeres como madres, y dar visibilidad a la otra conexión que hay entre la mujer y la sociedad, cuyos efectos cuesta más cuantificar y que sin embargo resulta fácil valorar como fundamental. Me refiero al rol de las madres como educadoras, y a su papel como núcleo familiar, todavía fundamental y mayoritario a la luz de las estadísticas.

Qué pueden hacer las empresas por las familias

La Convención sobre los Derechos del Niño declara que la familia es el “grupo fundamental de la sociedad y el medio natural para el crecimiento y el bienestar de todos sus miembros, en particular de los niños”. Pero no existe una definición consensuada internacional de familia porque no hay un modelo perfecto a replicar. Por eso todos los tipos de familia son importantes tanto si es la típica familia nuclear, en la que la madre sigue siendo el centro, como si se trata de una familia extendida, o monoparental, homoparental, ensamblada, de hecho… Todas son un pilar social, y en todas se encuentra ese rol maternal que hoy se celebra.

Por eso en mi opinión, si la RSC es el compromiso de las empresas con la sociedad, no hay forma más clara de evidenciarlo que a través del compromiso con las familias que dependen de su actividad. Y dentro de esas familias, el compromiso con todas y cada una de las personas de la plantilla en su rol de educadoras. Sean madres o padres -qué más da-, y sea cual sea el concepto de familia que cada cual construye. Y ese compromiso se concreta en planes igualdad y de conciliación familiar real. Son medidas de flexibilización laboral en tiempo y forma, con teletrabajo en las funciones que lo posibilitan. Son políticas retributivas no discriminatorias y protocolos de prevención de riesgos psicosociales. Son planes de sucesión laboral y de reclutamiento centrados en las competencias y no en los escenarios. Son programas de impulso a la corresponsabilidad familiar y líneas de apoyo familiar al cuidado de los menores y su educación. Son muchísimas las formas en las que las empresas pueden materializar su compromiso y su Responsabilidad Social Corporativa más importante. Imaginen la sociedad que construiríamos así.

Mi madre tiene 78 años, y el atávico entorno social en la que le ha tocado educarse y construir su propia familia no le ha permitido llegar a donde estoy segura que hubiera llegado profesionalmente de haber nacido más tarde. Es una mujer muy emprendedora y resolutiva, que aún gestiona como nadie, administra de cine, tiene una capacidad de trabajo inigualable, don de gentes, un sentido comercial excepcional y un sentido común que ya quisieran algunos directivos. Hubiera aportado mucho, sin ninguna duda, a todas esas estadísticas económicas de la OIT que mencionaba antes. Y como ella, tantísimas más madres que volcaron su compromiso y generosidad sólo en sus familias, pero porque se vieron abocadas a elegir. Por eso creo que hoy es el día de pedir que, también desde la RSC, cuidemos a las madres, y a través de ellas a las familias, para que nunca más ninguna tenga que elegir.

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