Greenpeace ha insistido este viernes en que los transgénicos no son la solución al hambre en el mundo ni tampoco hay consenso científico sobre su seguridad a largo plazo, en un comunicado que responde a la carta en la que 109 Premios Nobel acusaban a la organización ecologista de manipular sobre estos cultivos.
La organización explica que "en el planeta hay alimentos suficientes para todas las personas y, además, el 30% de los alimentos producidos terminan en la basura". Sólo con esto tendríamos lo suficiente para alimentar a todas las personas que habitan la Tierra hoy día y los que podremos llegar a ser en 2050 (sin intensificar más la agricultura y sin utilizar cultivos transgénicos), asegura la ONG.
El hambre es una cuestión compleja relacionada con guerras, migraciones, conflictos y no se soluciona con un cultivo transgénico, afirman. "A esto hay que añadir que el 75% de la superficie agrícola mundial se destina a pastos para ganado, a producir piensos para estos animales y biocombustibles, no a producir alimentos directos para los seres humanos", indica la ONG.
La última evaluación científica de Naciones Unidas sobre Ciencia Agrícola y Tecnología para el Desarrollo, llevada a cabo por más de 400 científicos de todo el mundo hace un balance de la situación actual en la agricultura mundial y concluye que la agricultura ecológica permite aliviar la pobreza y mejorar la seguridad alimentaria, señala la organización ambientalista. "Por el contrario, -precisa el comunicado- cuestiona la agricultura con transgénicos por sus implicaciones sociales y ambientales, y la descarta definitivamente como solución única al hambre". "La seguridad a largo plazo de los alimentos transgénicos para los humanos y los animales sigue siendo desconocida y no existe un consenso científico sobre su seguridad, por lo que creemos que el principio de precaución se debe aplicar a todos los cultivos transgénicos", concluye el comunicado.
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