Sociedad

El Gobierno de Myanmar pacta con la ONU la llegada de los cooperantes al país

  • Los servicios de seguridad vigilarán si los envíos llegan efectivamente a las víctimas

La Junta militar birmana finalmente dio ayer su brazo a torcer y anunció que permitirá la entrada en el país de cooperantes "independientemente de su nacionalidad" para que asistan a los damnificados por el paso del ciclón Nargis en el delta del Irrawaddy.

La concesión se ha producido tras la visita del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien se entrevistó ayer con el general Than Shwe, máximo dirigente de la Junta.

La decisión fue comunicada a Ban por el propio Than Shwe. Tras más de dos horas de encuentro en la capital oficial birmana, Naypyidaw, Ban afirmó ante la prensa que Than Swe había "accedido a permitir la entrada a todos lo cooperantes humanitarios independientemente de su nacionalidad" y aseguró que el general había decidido permitir que el uso del aeropuerto de la antigua capital, Rangún, como centro logístico para la distribución de la ayuda, que hasta ahora ha estado llegando al país asiático con cuentagotas debido a las restricciones impuestas por el Ejecutivo.

Un representante de la ONU aseguró posteriormente que, en virtud del acuerdo entre Ban y Than Swe, los cooperantes tendrán acceso a todo el delta del río y no sólo a Rangún "siempre que se trate de auténticos trabajadores humanitarios y que quede claro a qué se van a dedicar".

Fuentes cercanas al Gobierno birmano explicaron también que los militares pondrán coto a las prácticas perversas detectadas en relación con las ayudas destinadas a las vítcimas del ciclón, en concreto su venta en los mercados callejeros, constatadas por la prensa internacional. Para cumplir este compromiso, los servicios de seguridad desplegarán a sus espías para garantizar el destino correcto de los envíos.

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