Sociedad

La hija de Fritzl exculpa a su madre de los años de encierro y vejaciones

  • El carcelero de Amstetten obtuvo sin problemas los permisos de obras para construir el calabozo · Elizabeth sufría las violaciones delante de los pequeños que iban naciendo del incesto

Elisabeth Fritzl, la hija del carcelero de Amstetten Josef Fritzl, ha exculpado a su madre del martirio sufrido en los 24 años que vivió encerrada en el zulo y sometida a violaciones de su padre, informa el semanario Der Spiegel. En todos esos años de encierro sólo recibió alimentos y vestidos de su padre, y su madre, Rosemarie, nunca supo nada ni tuvo nada que ver con lo que ocurrió, ha declarado a la Policía Elisabeth, de 42 años, según avanza ese semanario en su edición de hoy.

La hija de Fritzl pasó los nueve primeros años de su encierro en una única estancia del sótano y hasta 1993 su padre no organizó otros espacios. Con ello, los hijos nacidos en ese tiempo fueron además testigos de las violaciones continuas a las que su padre la sometía. La víctima ha afirmado asimismo en la declaración que su padre la mantuvo esposada durante los dos primeros días de cautiverio y que en los seis o nueve meses siguientes la mantuvo asimismo atada. Der Spiegel señala que la familia estuvo bajo observación de asistentes sociales, que jamás sospecharon nada y que incluso constataron en sus actas que al padre se le veía "aliviado" tras la conmoción sufrida por "haber encontrado a un bebé abandonado" ante su puerta.

Elisabeth estuvo encerrada durante casi un cuarto de siglo en el sótano de su casa familiar, donde fue violada sistemáticamente por su padre, con el que tuvo siete hijos, nacidos bajo tierra en condiciones infrahumanas. Tres de esos hijos-nietos vivieron en las estancias superiores, junto a Rosemarie y el resto de la familia, a quienes el padre había hecho creer que los pequeños habían sido abandonados por la madre, de la que aseguró se había hecho miembro de una secta. Elizabeth y los otros tres hijos que sobrevivieron al martirio permanecieron toda su vida en el calabozo subterráneo sin conocer la luz del día, hasta su reciente liberación. Kerstin, la hija mayor de Elisabeth, sigue internada en el hospital de Amstetten en estado grave, posiblemente debido a una infección originada en el zulo.

La Policía avanzó ayer que Josef Fritzl planeó y construyó la mazmorra del sótano de su casa antes de encerrar allí a su hija. "Hizo los planes con antelación. En 1983 ya estaba construido el calabozo", explicó Franz Polzer, jefe de la Oficina contra el Delito de Baja Austria. De acuerdo con las declaraciones de Elisabeth Fritzl, de 42 años, fue en 1984 cuando su padre la atrajo hasta el sótano, la golpeó y la maniató, manteniéndola encerrada los 24 años siguientes. Según el agente, Fritzl -electricista hoy jubilado y en prisión preventiva tras ser detenido el pasado domingo- pidió en su momento la autorización pertinente para reformar el edificio donde tiene su domicilio en Amstetten. "Los planos que presentó fueron aprobados, pero no incluían las habitaciones que ahora hemos descubierto. Sin embargo, ya estaban construidas en 1983. Fue muy hábil", dijo Polzer. La tesis policial es que, tras obtener la autorización para llevar a cabo la reforma, construyó más de lo permitido, pero tapó luego lo que no estaba en los planos, por lo que en la habitual inspección realizada posteriormente no se descubrió nada. "Imagínese la pared de un sótano y le dicen que ahí se termina. Pero detrás de la pared había más", señaló Polzer. La Policía austriaca ofrecerá mañana más detalles de los nuevos avances en la investigación.

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