El Coronavirus ha sido protagonista indiscutible del imaginario colectivo y, por supuesto, la agenda mediática internacional, desde que allá por 2020 comenzara a propagarse de manera internacional. Aunque en la actualidad quizás haya perdido su puesto como problemática principal a ojos de la sociedad al completo a causa de los eventos que están trascurriendo en Ucrania, algunos expertos sanitarios recuerdan a la población de las serias consecuencias de esta patología y de ciertas conclusiones respecto a las mismas.

De estas consecuencias, la que quizás preocupe más al ciudadano medio es la de las posibles secuelas o efectos a largo plazo de un hipotético contagio de Covid-19. Estos efectos son muy diversos, aunque ya hemos podido notar las consecuencias neurológicas y psicológicas de esta patología y lo que su expansión internacional ha supuesto, alterando nuestras vidas y pensamientos, además del funcionamiento general de la sociedad y la economía.

Por otra parte, existe lo que se conoce como covid persistente o long covid, término que hace referencia a un síndrome que han sufrido algunas personas tras un contagio de Coronavirus. Su sintomatología coincide con la del propio Covid-19, aunque se diferencia en que esta se extiende mucho más temporalmente e incluso puede provocar otros síntomas derivados de estos efectos prolongados. Lo que quizás sea más preocupante de este síndrome es que llega a afectar, de acuerdo con las estimaciones, a un porcentaje de entre un 10 y un 15% de los pacientes que han sufrido un contagio de esta patología.

Aunque no haya un solo origen cerrado de estos síntomas, existen tres hipótesis desarrolladas por los expertos sanitarios para explicar el surgimiento del covid persistente:

• Puede deberse a que el virus se mantiene en el organismo tras el periodo de incubación habitual.
• Puede tratarse de una consecuencia directa de una tormenta inflamatoria causada por los síntomas del Coronavirus.
• Puede deberse a la existencia de autoanticuerpos en el organismo del paciente.

A raíz de ciertos estudios respecto a esta sintomatología, se ha podido observar que la tendencia a sufrirla varía según el género del paciente. Las mujeres, de acuerdo con los resultados, tienden un 22% más a sufrir de covid persistente tras un contagio de Coronavirus en cualquiera de sus variedades que los hombres. Además, este síndrome se traduce en síntomas diferentes a los presentes en hombres, como problemas de oído, nariz y garganta, trastornos emocionales y neurológicos, síntomas cutáneos, gastrointestinales y reumatológicos y sensaciones de fatiga. Los pacientes masculinos, por otra parte, tienden más a los trastornos endocrinos y renales.