Entrevista

El Consejo de Europa denuncia que hay políticos que niegan la existencia de los abusos a menores

  • Elda Moreno, consejera de infancia de la institución, pide que los países se comprometan a sensibilizar y hacer visibles estas situaciones, de las que sólo se denuncia un 10%.

Elda Moreno, consejera especial en materia de infancia del Consejo de Europa, lidera la batalla contra el abuso sexual a los niños por los 47 países miembros de esta organización, ofreciendo instrumentos para combatirlo, pero sobre todo, para reconocerlo, porque hay políticos que niegan su existencia. Es responsable de presentar la campaña Uno de cada cinco y de convencer a los países para que suscriban el Convenio de Lanzarote, con el que se comprometen a modificar sus leyes para penalizar estas prácticas y a dirigir acciones para sensibilizar y visibilizar estas situaciones, que sólo el 10 por ciento se denuncian. En una entrevista, explica que en la mayoría de casos el abusador está entre los miembros de la familia, vecinos, amigos o profesores, sin olvidar que el 30 por ciento están protagonizados por otros menores.

-¿Se muestran receptivos los países con esta campaña del Consejo de Europa?

-En general sí, pero me preocupa cuando nos encontramos con líderes políticos que dicen: en mi país queremos mucho a los niños y esto no pasa. Si el líder niega el problema, es un obstáculo mayor a todo tipo de solución.

-¿No sorprende la cifra que trasladan de que uno de cada cinco niños es víctima de abusos sexuales?

-Hemos dado esa cifra porque creemos importante que la gente sepa que le puede pasar, así vamos a motivarles para que hagan algo para protegerse. Es importante que se haga prevención, porque penalizar estos actos es importante, pero hasta ahora sólo un 10 por ciento de los casos llega a conocimiento de las autoridades.

-¿Cómo se previenen los abusos sexuales a los niños?

-La campaña pretende dar herramientas simples para que cualquier padre, por ejemplo, aprenda cómo abordar este tema tan sensible con sus hijos, o motivar a los colegios y al sistema educativo para que se impliquen en este ámbito.

-¿En qué etapa se debe hablar de este tema con los niños?

-Cuando los niños son pequeños, no esperar a la adolescencia; en las edades más tempranas nadie habla a los niños de esa temática, no saben reconocer los abusos sexuales y cuando los reconocen es demasiado tarde, ya han entrado en una espiral de abuso, que le lleva hasta la adolescencia. La campaña incluye materiales para trabajar con niños desde los 3 años.

-¿Cuántos países se han comprometido con el convenio del Consejo de Europa?

-Lo han suscrito ya 15 países, entre ellos España, y espero que en dos o tres años ya tengamos un volumen importante; con ello, han suscrito la obligación jurídica de adaptar sus legislaciones, de formar a los profesionales, a los padres, y de recopilar datos, entre otros compromisos.

-¿Por qué no hay datos?

-Pocos casos se denuncian y de esos, es imposible saber qué ha pasado. La mayoría de los países son incapaces de darnos la relación del número de denuncias presentadas ante la Policía ni cuántos llegaron a los juzgados. Además, los que suelen llegar a las autoridades son casos no familiares, de una agresión de un extraño en la calle o de un profesor. Del estudio de esas situaciones, no se obtiene una imagen real de lo que está pasando.

-La campaña destaca que el autor de los abusos, en la mayoría de los casos, es alguien que el niño conoce.

-En muchos casos se trata de agresores del entorno familiar -hay casos de incesto-, pero a menudo son personas que transitan en el entorno de la familia, como el padre adoptivo, un tío o un vecino; los menores que están en las instituciones son víctimas a menudo de los cuidadores.

-¿Suelen ser frecuentes los menores agresores de otros menores?

-Se estima que entre el 20 y el 30 por ciento de los abusos son cometidos por niños, un poco más mayores que sus víctimas y eso hay que detectarlo y tratar a esos niños. Muchas veces ellos son víctimas de abusos o de otro tipo de violencia. A lo mejor no hay tanto una actitud sexual, sino una relación de poder hacia niños más pequeños o una expresión de la violencia que llevan dentro. A estos niños no hay que tratarles como delincuentes sexuales, sino como niños que tienen comportamientos agresivos. Está demostrado que cuando se trata a esos niños, no tienen ninguna reincidencia.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios