Bicentenario de la Independecia de México

De la noche a la mañana, de virreinato a imperio

  • El 28 de septiembre de 1821 Iturbide proclamó la independencia de México

De la noche a la mañana, de virreinato a imperio

De la noche a la mañana, de virreinato a imperio

El 27 de septiembre de 1821 las tropas encabezadas por Agustín de Iturbide entran triunfalmente en la ciudad de México. Un día después, este militar que luchó con el Ejército español contra los insurrectos mexicanos proclama la independencia del país poniendo fin a tres siglos de dominio español. Un año más tarde fue proclamado emperador con el nombre de Agustín I. Sólo estuvo casi diez meses. Se tuvo que exiliar y a su regreso desde Inglaterra fue fusilado el 19 de julio de 1824. Agustín I… y único. Hoy se cumplen doscientos años de la independencia de México.

Imperios efímeros: Agustín I es fusilado en 1824, a Maximiliano lo ejecutan en 1867

Luis Cernuda (Sevilla, 1902-Ciudad de México, 1963) acompañó Ocnos, su infancia y adolescencia evocadas en su exilio neblinoso de Glasgow, de unas Variaciones sobre tema mexicano que pueden servir como guion de esta historia apasionante. Todos los entrecomillados en negrita que abren los siguientes párrafos pertenecen a esa obra del poeta del grupo del 27.

"Unas primero, otras después, en brevísimo espacio, todas estas tierras se desprenden de España"

El mismo año que Iturbide, acompañado por el líder revolucionario Vicente Guerrero, entró en la capital de México, Simón Bolívar entra en Caracas y San Martín en Chile. "Para México también sirve el aserto de que los indios conquistan América y los españoles la independizan", dice Luis Navarro García (Sevilla, 1935), americanista con glorieta a su nombre junto al Archivo de Indias.

Navarro viajó en tres ocasiones a México. La primera visita fue virtual. Un hallazgo providencial en el Archivo de Indias en 1960, el expediente con láminas en color sobre la Comandancia General de las Provincias Internas de Oriente, incluido el gráfico de un soldado presidía como los que vigilaban la frontera "ya había norteamericanos deseosos de entrar en Texas". Un año después de esa visita hace la tesis doctoral sobre Gálvez y la Nueva España que le dirigió José Antonio Calderón Quijano, profesor sevillano nacido en la ciudad mexicana de Puebla.

Navarro García viajó físicamente a México en 1967, con la ciudad preparando los Juegos Olímpicos de 1968 y el Mundial de Fútbol de 1970. "Me quedó más grabada la matanza de Tlatelolco en la Plaza de las Tres Culturas". Vuelve casi medio siglo después, en 2013, con su hijo Javier y el profesor Manuel Moreno Alonso, para recibir una distinción académica en reconocimiento a su dedicación al país.

En la independencia de México es fundamental el desconcierto que crea allí el levantamiento de Riego de enero de 1820 que restaura el liberalismo y la Constitución de Cádiz. "Esos procesos de independencia van unidos a la división política en España, al cambio de régimen".

"Ni Larra ni Galdós, quienes, aunque tan diferentes, tenían una conciencia igualmente clara, se preocuparon nunca por estas otras tierras de raigambre española"

En el exilio mexicano mueren León Felipe, Luis Cernuda, Emilio Prados, Pedro Garfias, uno de los pasajeros del barco Sinaia que partió del puerto francés de Sête y fueron recibidos en Veracruz por el presidente Lázaro Cárdenas, o Max Aub, que en su relato La verdadera historia de la muerte de Francisco Franco narra el viaje de un camarero mexicano a España con el objetivo de atentar contra Franco harto de las fanfarronadas de taberna de los exiliados españoles en México.

Seis escritores mexicanos han ganado el premio Cervantes: Octavio Paz, Carlos Fuentes, Sergio Pitol, José Emilio Pacheco, Elena Poniatowska y Fernando del Paso. Éste noveló en Noticias del Imperio la historia de Maximiliano de Habsburgo, el segundo emperador de México. Como su predecesor, también murió fusilado (19 de junio de 1867). En Querétaro. La ciudad en la que Butragueño fusiló al portero de Dinamarca en el Mundial 86. En 1821 muere en la isla de Santa Elena Napoleón Bonaparte, unido a tan efímeros imperios. Al primero, porque la España que lo derrotó en Bailén empezó a desangrarse en América; al segundo, porque su sobrino, Napoleón III, envió un ejército de ocupación e impuso un emperador títere en respuesta al impago de la deuda externa por parte del presidente Benito Juárez.

"En cualquier lugar de estas tierras una iglesia nunca está lejos"

La independencia de México empieza unos años antes con el Grito de Dolores pronunciado por Miguel Hidalgo, cuya tarea es continuada por Morelos. Los dos eran sacerdotes. El primero se hacía acompañar de un manto guadalupano. Al segundo lo derrota y captura el virrey Calleja. El nuevo México empieza a escribirse en el Plan de Iguala redactado por Iturbide, nombre de un pueblo situado en el camino de México a Acapulco. "Ese Plan contenta a todo el mundo", dice Luis Navarro, "porque proclama los principios de los tres colores de la bandera: Independencia, Religión, Unión. Y elige la forma de la monarquía. Ya ha pasado la Revolución Francesa y no se va a decapitar a nadie. Incluso se le propone a Fernando VII que nombre un príncipe o vaya él mismo a México". Navarro señala que tras la independencia de los Estados Unidos, Carlos III concibe un proyecto de monarquías americanas que nunca funcionó. En vez de reyes, llegaron caudillos que pueblan las novelas del realismo mágico.

"Cayeron los amos antiguos. Vencidos a su vez fueron los conquistadores. Se abatieron y olvidaron las revoluciones"

Los emperadores Agustín I (1783-1824) y Maximiliano de Habsburgo (1832-1867) murieron fusilados. Los líderes revolucionarios Pancho Villa y Emiliano Zapata murieron asesinados. En México empezó a aparecer una hispanofobia alimentada por el embajador norteamericano Joel Robert Poinsett, que colocó en su despacho un retrato de Moctezuma, como cuenta Marcelo Gullo Omodeo en su libro Madre Patria. Mientras, paulatinamente, México se desprendió de California y de Texas, del oro con el que Estados Unidos financió la red de ferrocarriles y del petróleo. "El México de Iturbide", dice Luis Navarro García, "se extendía desde Alaska hasta Centroamérica". Las praderas del Gringo Viejo de Carlos Fuentes.

España cambió de virrey: a Calleja lo reemplazó Ruiz de Apodaca, conde de Venadito, el último virrey, a éste lo relevó con el grado de gobernador general el sevillano Juan D'Onojú. México acogió dos Mundiales de Fútbol, el de 1970 (al que no acudió España) y el de 1986. El último de Pelé y el segundo de Maradona. En ambos se cumplió la doctrina Monroe: América para los americanos. Brasil ganó el de 1970 a Italia y Argentina el de 1986 a Alemania. El Ryder Cup de la Historia. En el caso de los efímeros imperios (diez meses el primero, tres años el segundo), también salió Europa derrotada en los reales traseros de Fernando VII y Napoleón III.

México acogió al Gobierno de la República en el exilio. Allí murió Indalecio Prieto y otros muchos dirigentes republicanos, desde ministros a alcaldes y concejales. El restablecimiento de relaciones diplomáticas tuvo de símbolo el encuentro del rey Juan Carlos I con la viuda de Manuel Azaña. El cineasta Luis Buñuel, admirado en Hollywood, encontró en México su patria adoptiva. El himno de Riego sigue sonando allí por corridos y rancheras y el país nos mandó como embajadora musical a la gran Chavela Vargas.

Iturbide volvió en un bergantín inglés del exilio camino del patíbulo por el estado de Taumalipas o nuevo Santander. Mexico fue la Nueva España, que ahora es el nombre de un periódico de Oviedo. Tan lejos de Dios, tan cerca de los Estados Unidos, le aquejaron los mismos males que a la Vieja.

"El poeta no puede conseguir para su lengua ese destino si no le asiste el héroe"

No le duelen prendas a Cernuda por dedicarle estos versos a Hernán Cortés: "Pisando tierra nueva, de la mano el destino / me llevó llanamente al hombre designado / para la hazaña: aquel Cortés, demonio o ángel, / como queráis, para mí sólo un hombre…". Con su heroico contrapunto: "Pobre rey Moctezuma, golondrina / rezagada que sorprende el invierno. / mojada y aterida el ala ya sin fuerza". (De su poema Quetzacóatl)

El indio Moctezuma, precursor en el imperio azteca de Agustín I y de Maximiliano de Habsburgo. En 1823, dos años después de la independencia de México, entran en España los Cien Mil Hijos de San Luis. "A Fernando VII", dice Luis Navarro, "le quedaba el trienio liberal y después la década ominosa".

Dos siglos después, España es un Nuevo México cada vez más lejos de Dios y más cerca de los Estados Unidos. Y Guanajuato es la capital del cervantismo.

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