La cifra de muertos por el temporal que sacude Río de Janeiro y sus alrededores desde el miércoles aumentó a al menos 80 personas, según datos de los servicios de protección civil brasileños.

De ellos, 26 fallecieron a causa de un corrimiento de tierras en la turística Ilha Grande, unos 150 kilómetros al sur de Río. Un alud de piedras y barro destrozó el pequeño hotel Sankay, situado en la playa, y varias viviendas. La isla de pescadores es uno de los destinos preferidos del ecoturismo. Por el momento se desconoce oficialmente si entre los fallecidos hay huéspedes del hotel. Unos 40 turistas celebraron allí la llegada de 2010. Según informaciones aún no confirmadas, los dueños del establecimiento sobrevivieron a la tragedia, pero su hija falleció.

Más de 100 voluntarios están ayudando a los servicios de rescate. Pero la tarea es difícil, pues la zona sólo es accesible desde el agua. En la tierra firme frente a la isla perdieron la vida 13 personas, mientras que en Río de Janeiro y alrededores murieron 22. La región en torno a Río de Janeiro lleva días azotada por fuertes lluvias que, según las previsiones, continuarán.