Sociedad

Ascienden a 51 los españoles fallecidos en el accidente aéreo

  • El Gobierno actualiza la cifra "provisional" con los datos comunicados por los familiares al comité de crisis. Hay también 55 alemanes y víctimas de otras 14 nacionalidades.

El Gobierno ha confirmado a través de un comunicado que han sido identificados 51 ciudadanos españoles a bordo del avión de la compañía Germanwings que se estrelló el martes en los Alpes franceses, aunque no ha dado por cerrada la cifra a la espera de que se concluyan las tareas correspondientes. Poco antes, tras la segunda reunión del gabinete de crisis, los secretarios de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, y de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, habían dado la cifra de 49, que  rápidamente después se ha actualizado.

Martínez ha explicado que se trata de un "dato provisional" que se ha recabado a medida que los familiares de los pasajeros lo han comunicado al comité de crisis, que sigue desde el aeropuerto de El Prat la atención de estos, pero que en cualquier caso será una cifra "muy cercana a la definitiva". El responsable de Interior ha explicado el procedimiento seguido para identificar a los pasajeros y para tomar muestras que permitan su identificación. El primer elemento que se tuvo en cuenta fue la lista de pasajeros facilitada por la compañía aérea, de la que se extrajo el dato de los apellidos españoles, algo que ha considerado "muy preliminar" en la tarea prevista. A medida que los familiares de los pasajeros se han puesto en contacto con el dispositivo ubicado en el aeropuerto de El Prat, compuesto por miembros de la Policía, Guardia Civil y Mossos de Esquadra, se han cotejado los datos y ya hay cifras más fiables. Ese proceso es el que le ha permitido avanzar la identificación de 51 víctimas españolas de las que se tiene "nombres, apellidos, documento nacional de identidad y persona de contacto". Ha subrayado que este proceso seguido en El Prat (donde se ha identificado un total de 63 pasajeros, por lo que catorce son de otras nacionalidades distintas a la española), deberá cotejarse con el que se lleva a cabo en Düsseldorf, ciudad de destino del avión siniestrado. 

Una vez realizada la identificación, comienza una segunda fase de toma de muestras donde se ha preparado una ficha homogénea que usan los funcionarios policiales y se incorporan una serie de datos antropométricos de las víctimas que han facilitando los familiares. Esos datos se contrastan con la base de datos del DNI para tener el perfil más completo posible de cada una de las víctimas, y al mismo tiempo se recogen muestras de ADN de los familiares y, si es posible, también de las propias víctimas mediante alguno de sus objetos personales. Francisco Martínez ha explicado que es difícil determinar cuándo puede concluir el proceso de toma de muestras, aunque ha asegurado que se está intentando que sea "lo antes posible". 

Españoles, alemanes y otras 14 nacionalidades

 

Las fuerzas de seguridad galas han comprobado que en el avión viajaban también 55 alemanes y el resto de otras 14 nacionalidades. Así lo han manifestado fuentes de la investigación, que han señalado que todavía quedan quince pasajeros de los que se desconoce su país de origen.

Según los últimos datos del equipo policial que está trabajando para recabar información que permita conocer las nacionalidades e identidad de las personas que viajaban en el Airbus A320, de los 144 pasajeros, 55 eran alemanes, uno tenía la doble nacionalidad alemana y japonesa y otros dos, alemana y kazaja. También viajaban en el vuelo dos argentinos, dos australianos, un belga, dos colombianos, un danés, tres estadounidenses, un holandés, dos iraníes, un israelí, un marroquí, un mexicano, un británico y dos venezolanos. De un total de quince pasajeros se desconoce todavía la nacionalidad. 

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Accidente

Así las cosas, las autoridades francesas ya habían descartado el martes encontrar con vida a ninguno de los 150 ocupantes del vuelo entre Barcelona y Düsseldorf, convirtiéndose en la mayor tragedia de una compañía de este tipo en Europa. Los numerosos equipos de socorro que se trasladaron al lugar de los hechos, una zona escarpada de difícil acceso a casi 3.000 metros, retomaron las labores de rescate a primera hora de la mañana del miércoles, aunque avanzaron de que sería "casi imposible" recuperar cuerpos esta jornada. El dispositivo formado por casi 300 gendarmes, 10 helicópteros, miembros del Ejército y personal técnico se trasladó al lugar de los hechos después de que el vuelo 4U9525, que había despegado de Barcelona a las 10:05 se estrellara casi una hora más tarde contra una pared de la montaña, tras ocho minutos de caída.El presidente del Consejo General de la región de los Alpes-Alta Provenza, Gilbert Sauvan, aseguró que el avión ha quedado "completamente destrozado" y que el resto más grande del aparato tiene el tamaño de un coche. "El avión está completamente desintegrado", ha afirmado en declaraciones al periódico Les Echos

En pocas horas, los servicios de auxilio encontraron entre los restos del avión una de las dos cajas negras, que ya está siendo analizada por los expertos de la reputada Oficina de Investigación y Análisis (BEA). Testigos que vieron caer el aparato aseguraron que este volaba de forma extrañamente baja, pero que no desprendía humo ni realizaba un ruido particular. 

Por pocos kilómetros, el avión no impactó con alguna de las pequeñas aldeas alpinas que jalonan la región, lo que limita las víctimas a los 150 pasajeros, dos de ellos bebés, los dos pilotos y los cuatro asistentes de vuelo.

El incesante movimiento de equipos de auxilio, gendarmes y periodistas perturbó la generalmente pacífica región del valle del Ubaye, cuyo silencio se vio roto por los constantes despegues de helicópteros, el único modo de acceder al lugar del accidente. En particular en el pueblo de Seyne-les-Alpes, donde se han concentrado los servicios de socorro y que se encuentra a unas dos horas a pie del lugar del accidente, según los vecinos. La prioridad, explicó Cazeneuve, es ahora blindar la zona para facilitar el trabajo de los investigadores, que tendrán que determinar los motivos por los que, sin razón aparente y con un clima benigno, el avión perdió casi diez kilómetros de altitud en ocho minutos, sin que los pilotos emitieran en ese tiempo ninguna señal de socorro. Fueron los controladores franceses quienes dieron la alarma al ver cómo el avión caía de forma brusca hasta que se perdió el contacto con el aparato, media hora después de su despegue de Barcelona.

Ocho minutos de caída

El gerente de Germanwings, Thomas Winkelmann, explicó por su parte de que el avión estrellado descendió durante ocho minutos antes de estrellarse, después de que se le perdiera la pista cuando volaba a 6.000 pies. La aerolínea ha precisado que el aparato fue revisado este lunes por técnicos de Lufthansa y en 2013 se le realizó una revisión completa.Winkelmann dijo en rueda de prensa de que el avión había despegado a las 6:48 desde Dusseldorf rumbo a Barcelona. A las 10:01, salió desde la Ciudad Condal rumbo a la localidad alemana, pero "se estrelló" cuando sobrevolaba los Alpes franceses. Ha especificado que en torno a las 10:35 el avión volaba a una altitud de 38.000 pies. Sin embargo, cayó por causas desconocidas hasta los 6.000 pies, donde desapareció de los radares, según Winkelmann, que ha confirmado un descenso de ocho minutos de duración.

El  A320 estrellado fue entregado en 1991 por el fabricante a Lufthansa, que en enero de 2014 lo pasó a su filial de bajo coste. El último "control de rutina" tuvo lugar este lunes en Dusseldorf, mientras que el "control total" más reciente se produjo en 2013, ha explicado el gerente de Germanwings. Éste ha negado que la edad del avión pueda ser una causa, aunque no ha querido "especular" sobre los motivos del accidente y ha apostado por ser "prudente". En este sentido, ha dicho que trabajan para averiguar "lo más rápidamente posible" y "lo más profesionalmente posible" los motivos del siniestro.

El gerente también ha defendido la competencia del piloto de la aeronave, con más de diez años de experiencia en la empresa y más de 6.000 horas de vuelo a los mandos de este modelo de avión. La aerolínea no ha revelado si el piloto envió una alerta antes del siniestro dadas las "informaciones contradictorias" que se han ido conociendo en las últimas horas. Las condiciones meteorológicas en el momento del siniestro eran excelentes, según los medios especializados franceses. Las condiciones "eran incluso óptimas, con un tiempo seco y un cielo totalmente despejado durante toda la mañana", viento débil o prácticamente nulo y sin ninguna nube peligrosa a la vista, describió la cadena especializada Météo.

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