Jueves Santo Horarios, itinerarios y recorridos del Jueves Santo y Madrugada en la Semana Santa de Cádiz 2024

Sociedad

Acusados 48 curas y laicos por abusos sexuales en Cataluña

  • La mayoría de las más de 170 víctimas que han denunciado en los últimos años ya han prescrito

Joaquín Benítez, ex profesor de los Maristas y pederasta confeso, llega con el rostro cubierto al juzgado de Barcelona.

Joaquín Benítez, ex profesor de los Maristas y pederasta confeso, llega con el rostro cubierto al juzgado de Barcelona. / Alejandro García / Efe

Al menos 170 víctimas de abusos sexuales han denunciado a 48 religiosos y laicos que trabajaban para órdenes religiosas de Cataluña, la mayoría por hechos cometidos hace décadas, según un trabajo de recopilación de datos hecho por Efe de los casos denunciados públicamente en los últimos años.

La mayoría de estas denuncias se han presentado a través de los medios de comunicación o ante los Mossos, aunque casi todos los casos no han podido enjuiciarse porque los delitos han prescrito.

Los Maristas fueron los primeros que recibieron el aluvión de denuncias tras destapar El Periódico, en 2016, el primer caso, el del ex profesor de educación física del colegio de los Maristas de Sants-Les Corts Joaquín Benítez, juzgado por cuatro casos por los que el fiscal le pide 22 años de cárcel y está pendiente de sentencia.

Siete órdenes afectadas

Aparte de 11 sacerdotes y un seminarista de diferentes diócesis catalanas, también se han visto afectadas por acusaciones de abusos a menores durante los últimos años 20 maristas (14 religiosos y 6 laicos), ocho jesuitas (6 religiosos y 2 laicos), un capuchino, tres claretianos (un religioso y dos laicos), un monje benedictino, un mercedario y dos escolapios.

A finales de marzo fue juzgado el primer acusado del caso maristas que fue el que inició la ola de denuncias: el ex profesor de los Maristas Joaquín Benítez, que admitió en la vista oral dos de los cuatro abusos a menores de los que se le acusa.

Aunque se han registrado hasta 18 denuncias contra él, tan solo estas 4 han podido presentarse en el juicio, ya que el resto han prescrito.

Los otros 19 miembros de los Maristas que también fueron denunciados no tendrán que enfrentarse a un juicio penal, ya sea porque han prescrito los delitos o porque han fallecido.

Los presuntos abusos sexuales de Francesc Figueres, uno de los tres acusados de la orden de los claretianos, salieron a la luz fruto de un comunicado en redes sociales de un ex alumno, aunque fue el Colegio Claret quien presentó la denuncia formal en la Fiscalía y retiró cautelarmente a Figueras de sus funciones.

Los capuchinos sólo han tenido una denuncia hasta el momento y es la que acusa al que era el director del colegio Escolanía de Pompeia de Barcelona, que cerró hace 50 años, pero no podrá tener lugar un proceso penal o eclesiástico contra él porque murió en 1997.

La orden de los benedictinos ha recibido un total de 9 denuncias que acusan a Andreu Soler, monje de la Abadía de Montserrat que falleció en 2008 y fue el fundador de Els nois de servei, un movimiento escolta para los jóvenes de la abadía que el religioso dirigió durante 40 años. La Abadía de Montserrat creó en enero de este año una Comisión de Transparencia con miembros independientes para que investiguen los casos.

En la orden de los jesuitas, que tiene a ocho acusados, la mayoría ya fallecidos, destaca el caso de Lluís Tó, que fue condenado a 2 años de cárcel por abusar de una niña y enviado a Bolivia después, antes de morir. Pere Sala, también jesuita, fue denunciado el pasado mes de febrero por dos hermanos que han asegurado que la congregación había recibido quejas tanto de Sala como de Tó, aunque la organización religiosa lo niega.

Por parte de la orden de la Merced, tras conocer los abusos, apartó al único acusado, el padre Javier, que ya no podrá dar misa, y también lo retiró del país centroamericano en el que estaba ejerciendo de misionero.

Los escolapios han recibido denuncias respecto a un párroco denunciado internamente en 2010 y se le apartó del colegio, pero siguió activo hasta 2016 en otro centro de Cataluña, según han explicado las familias afectadas que, al saberlo, decidieron denunciarlo ante las autoridades.

Desde la orden han reconocido que no actuaron de manera adecuada al permitir que tuviera contacto con niños, ya que la autoridad eclesiástica calificó los hechos como falta leve y le prohibió el trato con menores. Así, una vez los escolapios conocieron las denuncias y la declaración del acusado, decidieron apartarlo.

Uno de los casos más sonados de la diócesis de Tarragona es el de Pere Llagostera, que murió en 2017 y presuntamente abusó de al menos 10 personas cuando ejercía de sacerdote.

Francesc Xavier Morrel, sacerdote de Constantí (Tarragona) al que han acusado 10 personas, renunció a su cargo en la Iglesia este año.

El párroco de Vilobí d’Onyar (Girona) Tomàs Pons, al que se le acusa de una docena de abusos, ha sido denunciado por el Obispado a la Fiscalía y ante el Vaticano.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios