Una decisión muy analizada y meditada por las circunstancias de crisis sanitaria, pero finalmente Zahara de la Sierra vivirá este domingo un año más su festividad del Corpus Christi, una tradición que tiene más de 500 años de antigüedad y que está declarada Fiesta de Interés Nacional. Es el único corpus que ostenta esa distinción en Andalucía y su larga trayectoria de cinco siglos no lo arruinará esta pandemia por la Covid-19. Hay que recodar que en lo que va de pandemia Zahara de la Sierra se ha mantenido sin ningún caso de contagio por coronavirus.

Eso sí, tanto el Ayuntamiento como la Parroquia local extremarán todas las medidas conforme al Estado de Alarma actual, que tendrán que acatar vecinos y visitantes, que están obligados a acudir con mascarillas y mantener la correspondiente distancia de seguridad. La procesión de la Custodia estará acompañada por una representación, que hará el recorrido dispuesto para la ocasión. El resto de personas se mantendrá en la calle con la distancia de seguridad de al menos dos metros. "Ha sido una decisión difícil. Pero son muchos años y muchas generaciones las que han mantenido nuestra fiesta mayor. Pedimos a todos que respeten las medidas", dice el alcalde de la localidad, Santiago Galván.

El Ayuntamiento ha editado ya un bando con las medidas a seguir en esta celebración. Eso sí, este año la decoración floral con la que los vecinos se volcaban en calles y que es símbolo singular de la vistosidad de la celebración se suspende menos la que el Ayuntamiento disponga. Además se suspenden las actividades lúdicas y festivas aparejadas a las fiestas, a excepción del concurso de cachiporras, que será a las cinco de la tarde, en la plaza de San Juan.

En cuanto a los actos religiosos, habrá una primera misa a las 9.30 horas de la mañana y un simbólico gesto de bendición del Santísimo, en la Plaza del Rey, en sustitución de la tradicional procesión de las calles. Y hay una segunda misa a las 11.30 horas donde se saca la Custodia hasta la ermita de los Dolores, patrona del pueblo.  Ni vecinos ni visitantes podrán acompañar en esta procesión, sólo lo harán miembros de la Corporación municipal, cuerpos de seguridad y una representación de la ciudadanía. El resto de personas se mantendrá mientras esperando en la plaza del pueblo manteniendo las distancias de seguridad.

Debido al estado de alarma, el templo parroquial sólo acogerá el 70% del aforo en cada una de las misas, a las que se accederá por invitación y con uso obligatorio de mascarillas.