El okupa de Arcos no ha entregado aún las llaves de la vivienda que ha ocupado, propiedad de una ciudadana irlandesa que lleva más de un mes hospedada en un hotel de la localidad porque se ha quedado sin casa.

Fuentes de la Guardia Civil confirmaron en la tarde de este martes que hasta la presente el individuo que ha okupado este chalé, hijo de una vecina de la mujer, no ha realizado ningún movimiento que materialice su decisión de restituir la casa a la dueña de la misma. Se trata de un paso decisivo puesto que pesa una denuncia sobre él, que la propietaria tramitó ante los Juzgados hace unas semanas tras darse la voz de alarma.

Así que, de momento, la afectada continúa viviendo en el hotel Mesón de la Molinera, en Arcos, a la espera de que se resuelva su caso y el hombre acceda a comparecer ante la autoridad competente.

Al parecer, el okupa no estaría en la vivienda desde hace días como confirmaron algunas partes, aunque eso no es óbice para determinar que ya la ha abandonado, aseguran las mismas fuentes policiales. Las diligencias de este caso, que ha trascendido a la esfera mediática nacional, están en manos del Juzgado de Arcos, quien deberá determinar los pasos del procedimiento para la entrega de la vivienda a sus propietarios.

Alrededor de esta okupación ha habido cierta expectación. Por ejemplo, una empresa de desokupación afirmaba este mismo lunes, junto a la dueña, que el individuo habría abandonado la vivienda y que tenía material sobre una investigación en la que se traslucía que el okupa habría vendido enseres de los propietarios. En este supuesto, la Benemérita dice a las claras que no consta ninguna denuncia sobre este extremo al respecto.

Hay que recordar que Jean O’Donoghue, la dueña del chalé, lleva 17 años afincada en Arcos y se encontró con la amarga sorpresa de que el hijo de una vecina había okupado su casa aprovechando que ella había viajado a su país para buscar el apoyo de los suyos tras morir su pareja sentimental el verano pasado.

El okupa de su vivienda habría cambiado las cerraduras cuando se instaló en la vivienda aprovechando que la mujer había viajado hasta su país. Además de ello, habría colocado una alarma de seguridad en el exterior y habría arrojado fuera enseres de la vivienda, que otros vecinos han rescatado y custodian en su casa hasta que Jean pueda volver a la suya. Además, la afectada no puede utilizar tampoco, por ahora, su coche porque se encuentra aparcado en su jardín , en el interior del inmueble, y no puede acceder a él.