El Sevilla FC ha emitido la noche de este lunes un comunicado oficial en el que muestra su "total disconformidad" con la decisión adoptada por la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) de fijar la Supercopa de España a partido único el 12 de agosto, presumiblemente en la ciudad de Tánger.

La nota del Sevilla aclara que no renunciará a disputar el título ante el Barcelona, pero acusa a Luis Rubiales, nuevo presidente del ente federativo, de perjudicar los intereses de los aficionados del Sevilla con una decisión que busca solucionar los problemas del Barça, origen del conflicto al no querer cancelar un amistosos el día 4 en San Francisco.

"Resulta evidente que la RFEF ha tomado para la presente edición una decisión específica con la intención exclusiva de solucionar los problemas al FC Barcelona, desoyendo las peticiones del Sevilla FC, que desde que la actual junta directiva de la RFEF tomó posesión del cargo, ha insistido en hacer valer las fechas de 5 y 12 de julio, establecidas en el calendario aprobado por La Liga de Fútbol Profesional, como las idóneas para la disputa de la final", afirma el comunicado en uno de los puntos.

"Resulta evidente que la RFEF ha tomado una decisión con la intención exclusiva de solucionar los problemas del Barcelona, desoyendo la petición del Sevilla"

"El Sevilla FC quiere hacer constar públicamente su absoluta disconformidad con la decisión adoptada, la cual no ha tenido en cuenta el normal formato de la competición hasta la fecha, esto es, a doble partido", defiende el consejo de administración que preside José Castro, que recuerda que "la RFEF ha tomado hoy una decisión perjudicial para los intereses de nuestro club y arbitraria, incluso sin tener aún una sede definitiva para la disputa de la final, lo que este club considera una falta de respeto hacia nuestra institución y nuestros aficionados".

[...] "El Sevilla FC decidió incluir en el abono de la presente temporada el partido de ida de la Supercopa de España, como hizo en las dos anteriores ediciones que la disputó, teniendo en cuenta que la misma se celebra siempre en formato de doble partido y el hecho de que había ya un calendario aprobado y ve ahora cómo desde la RFEF se le priva a a los abonados sevillistas de ver una final en su propio estadio".

"Este club considera la decisión, perjudicial y arbitraria, una falta de respeto hacia nuestra institución y nuestros aficionados"

[...]  "El club, pese a considerar injustificada la decisión de disputar la final a un solo partido, no piensa renunciar a jugar una final, pues se ha ganado el derecho a disputarla obteniendo su plaza en los terrenos de juego. El Sevilla FC estudiará la fórmula más idónea para compensar a sus abonados por la imposibilidad de poder celebrarse el partido de ida de la Supercopa en nuestro estadio tal y como estaba previsto".