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Reeducar, más fácil que aligerar

  • El Sevilla cierra una semana de trabajo en Costa Ballena poniendo el acento en la disciplina y en el deseo de que el mercado dé opción a algunas salidas para perfilar la plantilla.

Una plantilla más comprometida y, a ser posible, con los huecos que el club necesita para que entren nuevos refuerzos. Ése es el deseo de Míchel y de los rectores del Sevilla cumplida la primera semana de trabajo de pretemporada, que se desarrolló con absoluta normalidad en Costa Ballena.

La primera premisa, la que tiene que ver con esa disciplina que reclamaba el entrenador, es más fácil de conseguir que la segunda, un verdadero problema al no moverse el mercado lo suficiente y todo lo que el Sevilla quisiera. Con la espera del paraguayo Iván Piris y el runrún de un aterrizaje en San Pablo que se convirtió a diario en la incógnita más preciada, hasta el mismísimo José María del Nido descartaba en la presentación de las equipaciones para la próxima campaña que el fichaje de un central sea ahora un asunto pendiente cuando hace unas semanas casi se cierra la negociación con el Getafe por el Cata Díaz. El Sevilla, pendiente de las posibles salidas de hasta cinco futbolistas que hasta ayer trabajaban en Rota (aún habría que añadir a Luis Alberto, Salva, Hiroshi y decidir sobre Campaña) tiene que esperar para el cambio de cromos que la planificación aconsejaría, pero mientras tanto, como decía el presidente, "la plantilla está prácticamente configurada".

Más que aclarado ya el asunto de la portería y la continuidad de Palop, el Sevilla espera que se produzcan algunas bajas en las próximas semanas para poder hacer alguna incorporación, excepción hecha del lateral derecho, para el que Piris tendrá una plaza reservada hasta un tiempo prudencial.

Ahora mismo, Monchi y Del Nido esperan que se concrete alguna de las ofertas que el Sevilla tiene por Escudé para incorporar a otro central. Con Fazio, Spahic (que se supone que es uno de los recuperados para la causa), Cala y Bernardo, si el francés no libera su ficha difícilmente el Sevilla puede asumir la carga económica de otro fichaje en ese puesto si no hay ventas. Además, los planes serían buscarle también otra cesión o -lo ideal- un traspaso a Bernardo para que dejara otro hueco.

¿Y Campaña?

En el centro del campo no están previstos refuerzos, pero sí hay que aligerar el peso porque, por ejemplo, Campaña no tendría hueco pese a que su participación en el Europeo sub 19 está siendo valorada por los técnicos. Guarente y Romaric están en la mente de todos, pero no es nada fácil. El italiano, junto a Escudé, es el más cercano a salir según ha reconocido Del Nido. El Bolonia está muy interesado en los dos e hizo una oferta, pero en Italia tratan de resolver algunos asuntos relacionados con el escándalo de las apuestas ilegales y hay que esperar. Si saliera Guarente, aún habría exceso de carga porque el Sevilla cuenta en ese puesto con Medel, Maduro, Rakitic, Trochowski, Javi Hervás, Romaric y aún debe decidir sobre Campaña (Jozabed volverá al filial). El caso del marfileño, en su último año de contrato, es espinoso cada verano. Míchel no niega su calidad, pero el lastre de su físico le resta muchas opciones. Su alta ficha es otro problema y el Sevilla va a encontrar dificultades para colocarlo. Siempre está la duda de si puede ser un jugador aprovechable. En Rota jugó un buen partido, pero con un rival a un ritmo muy lejano de lo que exige la alta competición. Algo parecido pasó con Javi Hervás. Se lo vio suelto ante la Roteña, mucho más que en los entrenamientos con sus iguales. El ritmo, y él lo ha reconocido, es algo que lo ha superado en su primera toma de contacto con el fútbol de Primera. Con espacios y tiempo para pensar es un jugador muy clarividente y que juega bien a la primera, pero debe aumentar su ritmo de juego. No habría que descartar que la decisión de que Campaña tuviera sitio acabara afectándole a él, pero hay que seguir viéndolo.

¿Un delantero?

Luego está Rabello. El chileno, también es verdad que aprovechando su mayor ritmo porque llega de competir, ha sido la sensación de la pretemporada. Sorprendió por su vivacidad, calidad y desparpajo en los entrenamientos, pero en el amistoso ante la Roteña confirmó lo apuntado siendo el futbolista más brillante en alianza con otra grata sorpresa, el juvenil Álex Rubio, un nueve que combina un trabajo para el equipo impresionante con calidad y gol en momentos puntuales. Aún le queda que mejorar, pero en Rota gustó más que Babá y fue el líder del equipo de ganó la Copa de Campeones de División de Honor. Por lógica y futuro, estos dos futbolistas deberían estar por delante de otro caso similar al de Romaric, Acosta, pero a ciencia cierta que el club irá con tranquilidad en el caso de los jóvenes, y si son de la casa, más todavía.

Otra cosa es si se produce alguna venta de las llamadas no previstas, es decir, jugadores que cuentan de todas, todas, para Míchel. Negredo está en boca de todos, pero si el mercado se mueve habrá que vigilar qué ocurre con Medel, Rakitic, Fazio y hasta Jesús Navas. Pero todo eso ya obligaría a otros planteamientos.

Disciplina

En cuanto a los objetivos de la concentración, una de las obsesiones de Míchel ha sido devolver la disciplina al grupo y convertir otra vez al Sevilla en un equipo. Reyes ha sido el blanco fácil para dar los avisos pertinentes y, según los profesionales, la respuesta ha sido óptima al recordar todo lo que pasó la pasada campaña. "En los tres meses y medio que estuve aquí era muy difícil empezar un entrenamiento, una comida, una charla, un desplazamiento... a su hora", decía Míchel. Ahora hay puntualidad, compromiso y disciplina. Lo que hace falta es hueco.

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