Sevilla es una ciudad que cuenta con una pléyade de hijos ilustres más que notables. Pero hay uno que sobresale y que está de máxima actualidad. Diego Rodríguez de Silva y Velázquez, conocido como Diego Velázquez, es uno de los artistas más importantes de la Historia del Arte y su ciudad natal se prepara para celebrar el IV Centenario de su nombramiento como pintor del rey. El Pleno del Ayuntamiento ha aprobado este jueves por unanimidad una resolución para sumarse a la iniciativa impulsada por los promotores de su Casa Natal y para sumar todos los recursos posibles para que el aniversario sea un acontecimiento de relevancia nacional.
Aunque el artista se ganó su universal fama como pintor de la corte en Madrid, su huella en Sevilla no es menos importante y fue decisiva para su trayectoria. Aquí se formó, se examinó, se casó, tuvo a sus hijas y pintó algunas de sus más representativas obras.
Recreación de La Rendición de Breda realizada por Los Tercios de Olivares ante la Casa Natal de Velázquez.
Velázquez nace en torno al 6 de junio de 1599 en la casa de la calle de la Gorgoja (actual calle Padre Luis María Llop, 4). Esta vivienda actualmente se rehabilita para acoger un gran centro dedicado al artista y la Sevilla de su tiempo. Con motivo de su cumpleaños, se volverá a organizar un desfile protagonizado por Los Tercios de Olivares.
Bautizo en la parroquia de San Pedro
El bautizo del pequeño Diego tuvo lugar el 6 de junio de 1599 en la parroquia de San Pedro, templo situado a escasos metros de su casa natal. Se trata de un templo de estilo gótico-mudéjar construido en el siglo XIV y reformado en los siglos XVI y XVIII. Apenas un par de años antes del nacimiento de Velázquez, la característica torre fue coronada por un chapitel de azulejería realizado por Martín Infante. El Velázquez adolescente sí pudo ver la construcción de la fachada principal, en la calle Santa Ángela de la Cruz, atribuida al arquitecto de origen milanés Vermondo Resta en 1612.
La parroquia de San Pedro, iglesia en la que Velázquez fue bautizado.
El taller de Francisco Pacheco
El 17 de octubre de 1611 Velázquez inicia su aprendizaje como artista en el taller de Francisco Pacheco, que firma un contrato a este efecto con su padre, Juan Rodríguez de Silva. El taller de Pacheco, donde también aprendió el oficio el granadino Alonso Cano, se encontraba en la calle del Puerco de Sevilla, actualmente calle Trajano, a la altura del hotel Venecia. El 14 de marzo de 1617 Velázquez termina su aprendizaje e inicia su carrera profesional como artista al ser admitido en el gremio de pintores como "maestro pintor de imaginería y óleo", lo que le permite ejercer su oficio en la ciudad de Sevilla y en todas las del Reino.
El hotel Venecia en la calle Trajano cuenta con una placa donde se recuerda que en esta zona estuvo el taller de Pacheco.
Matrimonio en la parroquia de San Miguel
El 23 de abril de 1618 Velázquez se casa en la iglesia de San Miguel con Juana Pacheco, hija de su maestro. De este matrimonio nacerán dos hijas, Francisca e Ignacia, ambas sevillanas, y durará cuarenta y tres años, hasta la muerte de Velázquez en agosto de 1660. La parroquia de San Miguel se encontraba en la actual Plaza del Duque, en la zona que ocupa el edificio de los sindicatos, y fue derribada por la Junta Revolucionaria durante la Gloriosa de 1868. Este templo, construido en tiempos de Pedro I, era uno de los mejores ejemplos del arte gótico mudéjar de la ciudad.
Derribo de la Parroquia de San Miguel, templo del siglo XIV situado en la Plaza del Duque.
San Miguel era un edificio de piedra y ladrillo con tres naves de longitud desigual y con la central de mayor anchura, que se cubrían con bóvedas de crucería, y un profundo presbiterio, que contó con dos retablos mayores sucesivos, uno realizado por Francisco Dionisio de Ribas, de 1675, y otro de Juan de Astorga, de 1829, cuya figura central era la imágen del arcángel San Miguel realizada por Ribas. Las tres puertas -dos laterales y otra a los pies del templo- daban cuenta de su importancia. La iglesia de San Antonio Abad y la parroquia de la Magdalena, donde está su importante archivo, conservan una parte del legado de San Miguel.
En la Plaza del Duque también se puede admirar la escultura del pintor realizada por Antonio Susillo.
El primer taller, junto a la Alameda
Velázquez se instala con su esposa en una vivienda, hoy desaparecida, en la calle del Potro (actualmente calle Ana Orantes), a poca distancia del taller de su suegro, de la parroquia de San Lorenzo Mártir y de la Alameda de Hércules, primer jardín público de Europa inaugurado por el Conde de Barajas. Se considera que en esta vivienda tuvo su primer taller donde pintó las obras maestras de su etapa sevillana.
Estas obras son: Vieja friendo huevos (National Gallery de Escocia, Edimburgo); Dos chicos sentados a la mesa (Apsley House de Londres); El aguador (Apsley House de Londres); Cristo en casa de Marta y María (National Gallery de Londres); Inmaculada Concepción (National Gallery de Londres); San Juan en Patmos (National Gallery de Londres); Santo Tomás (Museo de Bellas Artes de Orleans); La mulata (National Gallery de Dublín); Retrato de Luis de Góngora (Museo de Bellas Artes de Bostón); Adoración de los reyes magos (Museo del Prado de Madrid); Cabeza de apóstol (Museo del Prado de Madrid); Retrato de Jerónima de la Fuente (Museo del Prado de Madrid); El almuerzo (Hermitage de San Petersburgo).
El Centro Velázquez en el Hospital de los Venerables
El Centro de Investigación Diego Velázquez es un espacio de la Fundación Focus que responde a la necesidad de contar con un lugar para investigar, divulgar y reflexionar en torno a los antecedentes y consecuentes de la obra del genial pintor sevillano. En el 2007 tuvo lugar la adquisición por parte de la Fundación Focus del lienzo de Santa Rufina, obra del famoso pintor sevillano. También se puede admirar en este espacio la pintura Imposición de la casulla a san Ildefonso, realizado por Velázquez justo antes de marcharse a la Corte. Es propiedad del Ayuntamiento de Sevilla. En el antiguo Hospital de los Venerables, una joya del barrio de Santa Cruz, estas obras comparten espacio con piezas de otros artistas sobresalientes contemporáneos a Velázquez.
Santa Rufina, de diego Velázquez.
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