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Patrimonio | La conservación del segundo templo de Sevilla

Iglesia del Salvador: Las intervenciones pendientes

  • La torre, la reposición del órgano, la fachada de la Capilla Sacramental o la excavación de la cripta quedaron pendientes hace 10 años cuando se acometió la gran rehabilitación

Vista principal del templo. A la izquierda se observa la Casa del Sacristán que necesita una intervención importante por su mal estado.

Vista principal del templo. A la izquierda se observa la Casa del Sacristán que necesita una intervención importante por su mal estado. / Reportaje Gráfico: Gabriel Mármol Torres

El órgano, la Casa del Sacristán, la fachada de la Capilla Sacramental, la torre, la excavación arqueológica, la fachada de la Plaza del Pan. Éstas son algunas de las intervenciones que quedaron por hacer en la gran restauración de la iglesia del Salvador, de la que se cumplen ahora 10 años. La premura de tiempo, sólo había 5 años para completar la rehabilitación, y la falta de dinero, se emplearon 12 millones de euros, dejaron estas tareas en el tintero. Algunas de ellas se revelan ahora como muy necesarias, según está apuntando la ITE (Inspección Técnica de Edificaciones) que está pasando actualmente el edificio. La que está más próxima a concretarse, ya que el Cabildo Catedral, órgano del que depende la colegial, ha abierto el proceso para adjudicar su restauración y montaje.

La restauración de la iglesia del Salvador, el segundo templo de la ciudad en importancia y tamaño, comenzó en el año 1985 tras desprenderse una piedra de la torre. Hasta el año 2003, las actuaciones que se realizaron fueron limitadas y ante situaciones urgentes. En el año 2003, la caída de un cascote en el interior del templo encendió todas las alarmas y el entonces arzobispo, monseñor Amigo, decidió clausurar el templo ante el evidente riesgo. El arquitecto Fernando Mendoza, que se encargaba de realizar los trabajos desde 1985, fue el encargado de elaborar el proyecto y dirigir la restauración integral de la iglesia, en la que fue clave la figura del canónigo Juan Garrido Mesa. "Las obras debían durar cinco años justos y tanto por la falta de tiempo como por la escasez de fondos quedaron varias cosas por realizar", explica Mendoza.

Órgano de la iglesia del Savador Órgano de la iglesia del Savador

Órgano de la iglesia del Savador / Gabriel Mármol

La restauración, colocación y afinado del órgano, una excelente pieza barroca de Juan Debono, es una de las actuaciones que quedó sin hacer por falta de recursos. La pieza fue desmontada por el prestigioso organero y restaurador alemán Gerhard Grenzing y desde entonces está guardado en cajas a la espera de volver a su lugar. "El organero que lo desmontó se comprometió a tenerlo para la reinauguración del templo, pero no cumplió. El órgano es una pieza fundamental para hacer conciertos en el templo o para las celebraciones religiosas. Es de los mejores de España", asegura Mendoza.

La restauración de la pieza estaba fijada entonces en unos 300.000 euros, una cantidad que puede ser rebajada sensiblemente ahora. El arquitecto y conservador de la Catedral, Jaime Navarro Casas, que es responsable actual de la conservación del Salvador, explicó a este periódico que el órgano sonará de nuevo en no mucho tiempo: "El instrumento dota de personalidad al edificio. Se han pedido ya varios presupuestos y estamos en el proceso de adjudicar su restauración para que vuelva al Salvador". Debido al importe de la actuación, el Cabildo podría distribuir el presupuesto en varias anualidades.

La Casa del Sacristán necesita una actuación urgente. Situada contigua a la fachada principal de la Plaza del Salvador, esta pequeña construcción de tres plantas, presenta importantes problemas estructurales. "Esta actuación tenía una gran importancia porque nos hubiera permitido una segunda escalera de acceso a la cripta de la iglesia, lo que permitiría una visita cultural a este espacio con amplias medidas de seguridad", argumenta Mendoza. La ITE ha señalado la necesidad de intervenir en la Casa del Sacristán por lo que será, presumiblemente, una de las actuaciones que se lleven a cabo próximamente.

Cripta de la iglesia del Salvador Cripta de la iglesia del Salvador

Cripta de la iglesia del Salvador / M. G.

La excavación arqueológica del suelo de la cripta es otra tarea pendiente. Esta tarea no estaba contemplada en el proyecto original, pero su realización permitiría una aproximación a la primitiva catedral visigótica de Sevilla, la santa Jerusalén, sede de San Isidoro, y a los posibles restos de la basílica romana subyacente, como incide Fernando Mendoza: "La cripta está en bruto. La excavación fue sólo para hacer un tanque de agua. Allí hay enterrada mucha gente. Éste es un tema de carácter científico que se puede abordar con la Universidad de Sevilla. Nosotros llegamos hasta la planta de la mezquita. La excavación permitiría una lectura completa del edificio". Los restos aparecidos en la excavación podrían incorporarse al museo del catolicismo visigótico que era uno de los anhelos que tenía Juan Garrido Mesa. La excavación de la antigua sacristía también sigue pendiente. El suelo de este espacio, Capilla Sacramental de la colegiata medieval, está situada tres metros por debajo del nivel actual. "Durante las obras apareció un importante arrimadero de azulejos pisanos. Por falta de medios y fondos se colocó un forjado con un registro para que se pudiera excavar en su día", indica Mendoza.

Una tarea que ya está proyectada es la restauración de la fachada de la Capilla Sacramental, propiedad de la Hermandad de Pasión, del Patio de los Naranjos. Se encuentra cubierta en su mayor parte por mallas protectoras. Presenta, entre otros problemas, humedades, y habría que acometer una limpieza en profundidad. La hermandad ha enviado el proyecto al Ministerio de Fomento para solicitar una subvención con cargo al programa del 1,5% Cultural. De momento no ha tenido éxito.

La fachada de la Capilla Sacramental. La fachada de la Capilla Sacramental.

La fachada de la Capilla Sacramental. / M. G.

En el Patio de los Naranjos también hay que retirar las máquinas de aire acondicionado que se instalaron durante las obras. "Cuando se cubrió el patio con una gran montera de cristal se acondicionó todo el espacio. Diez años después de la inauguración y desmontaje del patio las máquinas siguen en una de las terrazas de la Casa del Sacristán afectando negativamente al monumento", sostiene Mendoza.

La torre protegida por mallas para evitar desprendimientos. La torre protegida por mallas para evitar desprendimientos.

La torre protegida por mallas para evitar desprendimientos. / Gabriel Mármol

La torre, que no presenta afecciones estructurales, sí tiene problemas en sus revestimientos. Tiene instalada una red para evitar desprendimientos a la vía pública. Su arranque corresponde al alminar del siglo IX, el segundo cuerpo corresponde a la época de Alfonso X, tras la Reconquista; mientras que el remate lo ejecutó Leonardo de Figueroa.

La iluminación interior, que cuando se inauguró el templo no se pudo poner con led, al no estar lo suficientemente desarrollada esta tecnología, también hay que actualizarla, permitiendo un considerable ahorro económico y energético.

El responsable actual de la conservación del Salvador, Jaime Navarro Casas, que lo es también de la Catedral, explicó a este periódico las peculiaridades que tiene este templo: "Tiene muchas complejidades que parten hasta de las diferentes propiedad. Hay pequeños comercios, casas que cierran el Patio de los Naranjos, unas particulares y otras de la Iglesia. Cualquier actuación es bastante complicada". En este sentido, señala que la torre está habitada.

Navarro Casas, que lleva cuatro años como responsable de la conservación de los dos principales templos de la ciudad, también incide en la necesidad de intervenir en la Casa del Sacristán, la Torre, la fachada de la Capilla Sacramental, la cripta, para que están estudiando distintas posibilidades para redefinir los accesos, la fachada de la Plaza del Pan o las humedades: "Este tema no se terminó de abordar. En la parte interior sí está resuelto, pero habría que hacer algo en los muros exteriores, que siguen en contacto con el suelo".

En los últimos años, tras la gran restauración han ido identificando cuáles son las necesidades del templo y se ha ido diseñando el programa de conservación preventiva consistente en el repaso periódico de las cubiertas, carpinterías, grietas, etcétera.

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