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Semana Santa

Un río de pena por Sagasta

  • Las Penas se queda este año sin procesionar después de que fuera intervenida por espacio de seis meses. La nueva junta de gobierno piensa ya en la Semana Santa del próximo año

Los hermanos de la cofradía de Las Penas tienen por delante un difícil trance. Un Domingo de Ramos sin poder procesionar por las calles gaditanas. La culpa no la tiene una lluvia inoportuna, sino la intervención a la que fue sometida la hermandad por el Obispado durante seis meses y que ha impedido que la nueva junta de gobierno, elegida hace pocas semanas, haya tenido tiempo material para organizar el cortejo.

Emilio Sanromán, hermano mayor de Las Penas, confesaba que la mañana del Domingo de Ramos va a sentirse “mal”. “No tendré la túnica preparada, no habrá pasos listos para procesionar en la iglesia y al llegar al templo todo será algo raro”.

Aunque no habrá salida procesional, la nueva junta de gobierno de Las Penas ha programado una oración el Domingo de Palmas delante de los titulares para que no quede en el olvido que estamos ante un día grande. “Será un Domingo de Ramos doloroso y duro, el más extraño que hayamos vivido, porque siempre en nuestras casas se vive ese ambiente previo de túnicas colgadas. No tenemos sensación de Domingo de Ramos y es triste decirlo pero nos han quitado las ganas de Semana Santa”, se lamentaba Emilio.

El cabildo gracias al cual salió elegida la nueva junta se celebró el pasado 29 de marzo. El decreto de comisariado dura seis meses y los plazos deben cumplirse a rajatabla. “No nos hemos saltado ninguna norma. Ninguna, aunque eso nos haya costado no poder salir este año”, dice Emilio, que eso sí, se queja en voz alta de que si hubieran dispuesto de un poco más tiempo “el grupo de hermanos que hemos dado el paso adelante para hacernos cargo de la cofradía podríamos haberlo intentado, igual con unas semanas más podríamos haber procesionado”.

Desde que han llegado a la dirección de la hermandad, Sanromán y su equipo están pensando en la Semana Santa de 2015. “Estamos haciendo planes desde ya mismo, viendo túnicas, cosas que mejorar, recoger las túnicas que no se entregaron después de la procesión de 2013 y preparando también la primera junta de gobierno, que será en este mes de abril”, dijo.

Esta es la primera vez que Las Penas se va a quedar sin poder salir por culpa de un comisariado, aunque ya ha sufrido dos anteriores en su historia. Primero en 1981, donde por culpa del Cristo del Desprecio hubo sus más y sus menos; y posteriormente en 1999 tampoco se presentó ninguna lista de hermanos y se nombró una junta gestora durante dos años, aunque entonces la norma no era la misma y se permitieron los cultos externos. “Pero nunca nos habíamos enfrentados a una situación así, esto ha sido lo más difícil”.

La cofradía ha puesto en marcha una iniciativa para recaudar algunos fondos con los que hacer frente a los gastos que tienen pendiente, como una papeleta simbólica que está teniendo una respuesta buenísima entre los hermanos. “Ya hemos entregado más de 100, prácticamente como si procesionáramos, porque en los últimos años hemos salido a la calle con una media de 130-140 personas con el cortejo completo”, decía Sanromán.

La solidaridad también se está dejando notar por parte del resto de hermandades. “Eso nos da moral, porque todas las del Domingo de Ramos por ejemplo nos han dado su apoyo, con sus hermanos mayores a la cabeza, ofreciéndose para ayudarnos en lo que nos haga falta. A todos les hemos dado la misma respuesta: ya os llamaremos porque toda ayuda es bienvenida”.

El deseo de Emilio y sus compañeros de aventura es que esto no se vuelva a repetir, que la cofradía no vuelva a estar comisariada y que la lluvia no aparezca en 2015 “porque ya serían dos años seguidos sin salir”.

Al preguntarle qué ha sido lo más duro hasta ahora indicó que “posiblemente el proceso en sí. Desde que se convocó el cabildo”.

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