Aguas

La lluvia se sumó a la despedida en el histórico oratorio

  • La hermandad decidió no realizar la que iba a ser la última salida y coincidente con la efemérides constitucional.

Ni los titulares se quieren ir de aquí”, decían en el oratorio de San Felipe Neri después de conocer la decisión de la junta de gobierno de la hermandad de las Aguas, reunida a las once y media de la mañana, de suspender por la inestabiliad del tiempo la salida procesional, que iba a ser además la última desde el histórico templo, que va a ser rehabilitado.

El oratorio había abierto sus puertas a las diez y media de la mañana para facilitar la visita a los titulares en sus respectivos pasos. A las doce del mediodía se rezó el Angelus y seguidamente el director espiritual, el marianista Javier Nicolay, celebró la Eucaristía.

A las cuatro menos cuarto de la tarde, media hora antes de la anunciada para la salida, ya se conocía la suspensión de la salida y el templo se convertía en un mar de lágrima, que compartían penitentes, cargadores y acólitos.

Desde el altar mayor el hermano mayor, José María Macías,  comunicaba la decisión de su junta  y lamentaba que coincidiera con la última salida desde el oratorio, “pero Dios lo ha querido así, ya llegará otro Miércoles Santo”.

Por su parte, Javier Nicolay resaltó que “lo importante ya lo hemos hecho, estar día a día haciendo hermandad, siguiendo a Jesús, aprendiendo de Juan y de María, esa es la única razón de estar en una hermandad de penitencia y por eso nos gusta sacarlos en procesión”.

Luego se celebró un vía-crucis, leyendo la monición de entrada el hermano mayor, a la que siguió la de un poema del obispo brasileño Pedro Casaldáliga por el  director espiritual, que seguidamente procedió a incensar los tres pasos, situado a la altura de la puerta, el de misterio a la izquierda, el de San Juan en el centro y el de palio a la derecha. Fuera caía la lluvia

Concluido el vía-crucis, tras unos momentos de adoración al Cristo de las Aguas, el sacerdote impartió la bendición y se cantó la salve, que interpretó al órgano el hermano mayor de la hermandad de las Aguas de Sevilla, Vicente Camacho.

Los tres pasos, portados por sus respectivas cuadrillas, el de San Juan Evangelista con Elvira Almagro como capataz, el de misterio dirigido por Gerardo navarro, y el de la Virgen de las Aguas, con Francisco Coto al frente, fueron izados, mientras que en el interior del templo Juan Romero cantaba dos saetas y luego desde la calle Santa Inés la agrupación musical hermanos Cirineos interpretaba la marcha Nazareno gitano y los presentes se retiraban tras un emocionada aplauso de despedida. Pasaban entonces veinte minutos de las cinco de la tarde. 

Por su parte, José María Macías manifestó que antes del próximo verano espera que los titulares de la cofradía puedan ser trasladados a la iglesia del Pilar del colegio marianista San Felipe Neri, tras la aprobación de acogerlos en el citado templo de la Avenida por parte de la Compañía de María.

 Al respecto añadió que tendrán que conveniar antes con la comunidad marianista como se va a desarrollar la vida cotidiana de la hermandad en la nueva ubicación y luego acordar la fecha más idónea para llevar a cabo el traslado, en el que se desea que la imagen del Cristo de las Aguas será portado a hombros de los hermanos y tanto la de la  Virgen de las Aguas como la de San Juan Evangelista en sendas andas.

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