Semana Santa

Una jornada más corta

  • La salida de Servitas deja el día demasiado corto para una Semana Santa como la de Cádiz El Cristo de la Buena Muerte volvió a sobrecoger con su silencio en la oscuridad de la noche

VIERnes Santo de dolor por la muerte de Jesús. Tres cofradías, más otra en la madrugada del Sábado, salen a la calle en este nuevo formato en el que se echa de menos a Dolores de Servitas.

expiración

Un tricornio de la Guardia Civil a los pies del Señor

Un tricornio solitario que simboliza el de otros muchos que lo llevan a diario aparece en el monte de claveles rojos a los pies del Señor en el momento en el que exhala su último aliento de vida. Donado por un general de la Guardia Civil, la escena sobrecoge.

Expiración está en la calle viviendo incertidumbre por el futuro de su sede, la Iglesia Castrense, que va a tener que ser sometida a una profunda rehabilitación. Mientras tanto, sus hermanos disfrutan con su salida un año más del Santo Ángel, como su capataz, Francisco Vázquez, que lleva al Cristo por Fragela al son de Expirando en tu Victoria. La primera levantá, un poco antes, la dio el cofrade Manuel Romero.

En el palio el encargado de darla fuel José Manuel Romero Freire, pregonero de la Virgen de la Victoria este año, que pidió por la paz en el mundo. La marcha Victoria de Javier Alonso fue la que sirvió para comenzar el camino a este enorme paso de palio.

siete

palabras

Un cortejo más nutrido que en años anteriores

"Poco a poco se va acercando más gente a la hermandad". El hermano mayor de Siete Palabras, Manuel García, mostraba su satisfacción antes de la salida procesional entre un cortejo un poco más nutrido que en años anteriores. Buscando su propio sello, en continua evolución y preparando el 75 aniversario de su fundación, que se celebrará en 2019, la cofradía ponía en la calle unos 70 penitentes. Estrenó vestimentas para María Magdalena y para María Santísima de la Piedad, escudos de los gatos de los manigueteros y la palabra sed en las horquillas. Después de la preceptiva oración previa a la salida, la cruz de guía salía a la calle y poco después el paso con el conjunto escultórico que acompaña al Cristo de la Sed, dirigido por Francisco Molina, se acercaba a ruedas a la puerta de la iglesia de la Merced. Parte de la cuadrilla empujaba desde dentro, mientras que la mayoría de los cargadores esperaban en la calle Merced para meterse debajo. El descenso del paso por el barrio de Santa María vino acompañado de las marchas 'Siete palabras' y 'Angustias'.

buena muerte

Recogimiento y respeto para una talla única

La talla del Cristo de la Buena Muerte sobrecoge en cualquier estado. Ya sea antes de subirlo a su sobrio paso de misterio, entre la tenue iluminación de San Agustín o procesionando a oscuras y en silencio por las calles gaditanas. Es verdad que la ausencia de luz impide disfrutar en todo su esplendor de la que muchos consideran una de las mejores imágenes de la Semana Santa de Andalucía, un auténtico tratado de anatomía. Eso sí, lo que se pierde en espectacularidad se gana en sensaciones, porque por todas las calles gaditanas que recorre esta cofradía impone ese silencio, ese respeto, esa negrura que lo engulle todo menos las llamas de los cirios que apenas si iluminan la figura del crucificado. Pasaban las once y cuarto de la noche cuando la luz se apagó en Candelaria y Montañés. Por el callejón de Santiago se divisó la cofradía y el silencio reinó en la plaza, una plaza en la que, a esa hora, había multitud de niños pequeños pero que se contagiaron de ese momento único de nuestra Semana Santa que supone ver pasar al Cristo de la Buena Muerte.

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