Semana Santa

Por el camino más corto

  • Feliz regreso a sus templos, arropadas por mucho público, de las hermandades de Columna y Ecce-Homo, refugiadas en la Santa Iglesia Catedral desde el Martes Santo

Fue un Sábado Santo como no se recuerda. La climatología chafó el Martes Santo, pero de rebote propició dos estampas inéditas en la recta final de la Semana Santa de Cádiz 2016. Ayer, con muchas ganas de cofradías por parte del público y con bastante presencia de turistas nacionales y extranjeros en las calles, regresaban a sus templos las hermandades de Columna y Ecce-Homo, refugiadas en la Santa Iglesia Catedral desde el martes ante la adversa meteorología de aquella jornada. La Seo gaditana estaba ayer abierta y un buen número de personas optó por presenciar desde dentro la salida hacia Arquitecto Acero de ambas cofradías, tan puntuales que Columna lo hizo a las doce de la mañana y Ecce-Homo plantaba su cruz de guía en la calle a las doce y cuarto, quince minutos antes de lo anunciado con anterioridad.

Hermanos vestidos de particular y con cirios acompañaban a las dos hermandades, demostrándose en ambos casos el respaldo obtenido ante la llamada de las cofradías para acompañar a las imágenes de regreso a sus sedes canónicas, las dos sin música y con el único sonido de las horquillas. Los que iban con el paso de Jesús Atado a su Columna portaban cirios morados, color hueso los de la Virgen de las Lágrimas. En el cortejo, y justo antes de salir de la Catedral, el padre Óscar González Esparragosa, párroco de San Antonio y director espititual de Columna, rezaba los misterios dolorosos amplificados por un altavoz que estuvo en todo el recorrido de vuelta. Alrededor de las dos de la tarde llegaba la hermandad a su iglesia parroquial de San Antonio. La Archicofradía, casi sin tiempo para recuperarse, deberá afrontar hoy la salida de Jesús Resucitado.

Inmediatamente después, y con un considerable número de personas esperando en la plaza de la Catedral, se ponía en marcha el cortejo de Ecce-Homo. En la presidencia del Cristo se encontraba el hermano mayor del Nazareno, José Manuel Verdulla, rematando de esta manera el afianzamiento del vínculo que une a ambas cofradías, acentuado por el obligado traslado de Ecce-Homo al convento de Santa María para hacer este año desde allí su salida procesional.

Finalmente, los pasos, dirigidos por Juan Manuel López Gallardo y Melchor Mateo Amaro, no desfilaron con música de regreso a la Conversión de San Pablo a pesar de que esa era la primitiva intención de la cofradía. El Secretariado Diocesano no autorizó el acompañamiento musical al no considerarlo apropiado para un traslado en Sábado Santo.

El palio de María Santísima de las Angustias se encontró con un percance al final de la calle Novena que le obligó a parar, justo antes de la recogida en su templo de la calle Ancha. Un hombre que se encontraba entre el público se desvaneció y tuvo que ser atendido por los sanitarios. El paso entró en la sede canónica poco antes de las tres de la tarde, acabando así para la hermandad de Ecce-Homo una Semana Santa tan atípica como accidentada.

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