la noche del regidor perpetuo

El bastón que abre el Jueves

  • Cada año, en esta mañana, se reproduce aquella escena del 26 de junio de 2010 cuando la alcaldesa entrega el bastón a la hermandad del Nazareno

La intensa jornada del Jueves Santo que prolonga luego la madrugada del Viernes comienza en realidad un par de horas antes de que abran las puertas de la parroquia de la Sagrada Familia para que la jovencísima hermandad del Santísimo Cristo de las Tres Caídas inicie su larga salida procesional por las calles de La Isla. Comienza con el llamado rito del bastón, que desde hace siete años reproduce en la Iglesia Mayor cada mañana de Jueves Santo aquella escena que en la calurosa y extraordinaria noche del 26 de junio de 2010 tuvo lugar en el atrio del Ayuntamiento.

Ayer, la alcaldesa, Patricia Cavada, hizo entrega al hermano mayor de la cofradía, Miguel Ángel Cruceira, del bastón que simboliza el mando de la ciudad para depositarlo posteriormente en el canasto del paso, a los pies de la imagen del Nazareno. Un gesto que se ha instituido en una nueva tradición con la que La Isla despierta a su jornada más intensa, a una auténtica maratón cofrade de más de 20 horas que no terminará primeras horas de la mañana del Viernes. Y un gesto también con el que la hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno enfila definitivamente la cuenta atrás para las dos de la madrugada, la hora de echarse nuevamente a la calle y de vivir esos momentos únicos que esta cofradía regala cada año en Semana Santa.

Al acto asistió buena part e de la Corporación Municipal, además de la junta de gobierno de la cofradía, la permanente del Consejo de Hermandades que preside Jesús Cruz Foncubierta; el arcipreste de la ciudad, Alfonso Gutiérrez Estudillo; y el administrador parroquial de la Iglesia Mayor, Luis González, que fue el encargado de abrir esta breve ceremonia. El templo, como ocurre siempre cada Jueves Santo, estaba completamente lleno de hermanos, fieles y devotos que se acercaron a contemplar los pasos del Nazareno y de María Santísima de los Dolores ya preparados para la salida procesional de la noche.

El hermano mayor de la cofradía, durante su intervención, aprovechó para recordar que la hermandad se encontraba en la antesala de su gran aniversario, la conmemoración de sus 250 años de vida, y anunció que la salida procesional de la noche estaría dedicada a los cristianos que sufren persecución en el mundo y a los ciudadanos de San Fernando que padecen alguna enfermedad, por su pronta mejoría. Miguel Ángel Cruceira también tuvo a bien recordar al sacerdote Salvador Rivera Sánchez, del que dijo que hizo mucho en su momento para ayudar a la hermandad a conseguir la distinción de Regidor Perpetuo para la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, un reconocimiento que no es -apuntó- sino el símbolo de esa vinculación histórica que La Isla tiene con la imagen de sus devociones.

Y precisamente, a esa devoción, a esa relación inseparable entre San Fernando y la imagen de Jesús Nazareno, aludió también ayer la alcaldesa, Patricia Cavada, tras hacer entrega del bastón de mando al hermano mayor de la cofradía. Refirió esa tradición de siglos que La Isla repite cada madrugada de Viernes Santo y aseguró sentirse "honrada y orgullosa" de participar en la procesión que, nuevamente, por la noche recorrería las calles de San Fernando.

Cavada destacó esa fe de los isleños que sale a relucir en Semana Santa y especialmente con la imagen de Jesús Nazareno, a la que calificó como la "argamasa necesaria para consolidar lo que desde las instituciones podemos hacer en el empeño de implantar justicia social, igualdad y de trabajar por el derecho de toda persona a vivir dignamente".

La alcaldesa, durante la breve alocución que pronunció en la Iglesia Mayor, recordó también a Camarón de la Isla, de cuyo fallecimiento se cumplen 25 años, cuya leyenda se vincula también con la imagen de sus devociones, la de Jesús Nazareno.

El acto concluyó ante el paso, donde la alcaldesa y el hermano mayor depositaron conjuntamente el bastón del Regidor Perpetuo, que a la noche -en la salida- luciría a sus pies, portado por el angelito que tallara Luis Álvarez Duarte tras 2010.

La nota de emoción la puso el saetero Manuel Lucas, que interpretó un padrenuestro por martinetes que hizo el silencio en el interior de la Iglesia Mayor y que concluyó con un cálido aplauso. Así, de esta manera, con esta escena, despertó el Jueves isleño que luego continuó en la calle, con las grandes hermandades de la tarde, Tres Caídas, Perdón y Misericordia, que hicieron vibrar a la ciudad en una tarde llena de momentos cofrades.

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