Oración en el huerto

La agonía comienza en Getsemaní

  • San Severiano se hace olivo arropando a su cofradía con fervor y piropos

San Severiano recobró ayer ese sello tan particular el Jueves Santo. Mientras en el interior del templo numerosos fieles se reclinaban ante el Monumento preparado para esta jornada, en el patio de la iglesia y ante la capilla desde la que sale la procesión el ambiente era totalmente diferente.

Nazarenos, cargadores y presidencia esperaban el momento de la salida luciendo las mejores galas. Buen número de penitentes, sobre todo en las secciones del Cristo, y perfecta uniformidad de las dos cuadrillas de cargadores. Como novedad acudió una representación de la Unidad de Intervención de Armas de la Comandancia de la Guardia Civil de Cádiz, estando al frente el subteniente Jerónimo Osorio, que desfiló junto a los guardias Julián Arroyo, Andrés Gamaza y Javier Quiñones. Además, conocidos cofrades como Juan Manuel Alcedo y Manuel Cerezo, entre otros, estuvieron presentes en la salida.

El primer paso fue desplazado a ruedas de uno de los laterales de la capilla para ganar espacio para colocarle las cuatro maniguetas. Cuando los cargadores tomaron su sitio bajo el palo, Antonio Marchante tuvo el honor de dar la primera ‘levantá’ como homenaje a su trayectoria en la corporación. Con la calle Tolosa Latour repleta de gente, la marcha Costaleros de fe acompañó los primeros mecidos del paso, aún en fase de reforma.

Con la Virgen de Gracia y Esperanza sola en su capilla mientras salían las secciones de túnica verde, restaba otro momento emotivo con la primera ‘levantá’ del palio, en este caso a cargo de Miguel Pelayo, del Bar Terraza. Pelayo pidió a los cargadores que la llevaran por Cádiz “con gracia y esperanza”. Triana de Esperanza y Al Cielo con Ella dieron paso a los primeros aplausos para la Reina de Puertatierra. Excelente la interpretación de la antigua banda de la Cruz Roja de San Fernando.

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