Semana Santa

Salidas al milímetro

  • Algunos pasos tienen que ser desmontados parcialmente para poder atravesar las puertas de sus iglesias La estrechez condiciona a las hermandades a la hora de exornarlos

EN varias ocasiones hemos tenido que reparar el paso de misterio por los roces que ha habido con la puerta de la Iglesia".  José Miguel Patrón, del equipo de Fiscalía de Sentencia, relata las dificultades que tienen los dos pasos, sobre todo el misterio, para salir por la puerta de la Iglesia de La Merced: "Hay que quitarle los respiraderos laterales, el águila el trono de Pilatos y cuatro zancos que tienen las patas". A cada lado quedan dos centímetros, por lo que están valorando la posibilidad de ponerle una especie de listón a la puerta para evitar que el paso roce.

 

La maniobra de salida del Señor de la Sentencia se complica  por la existencia de tres escalones y se realiza con los cargadores portándolo a brazo y racheando los pies. En la Virgen, sin embargo, se sale a ruedas y, además, se pone una rampa de madera. El paso de Buen Fin  es de los más estrechos de la Semana Santa gaditana, tal y como asegura Patrón, y por lo tanto cuenta con cinco centímetros por cada lado de margen.

 

Conforme han ido avanzando los años, el sistema actual es el que se realiza en la actualidad, es decir, doblando las patas para que se queden casi al nivel de los respiraderos y con dos pequeñas rampas con unas guías que encajonan al paso. 

 

Patrón explica que en las esquinas llevan unos centros de flores que hay que desmontar para pasar por la puerta . No obstante, a pesar de todas las dificultades con las que se encuentran, la maniobra de salida es relativamente rápida "porque todo está muy ensayado.

 

 Si hay una puerta estrecha en Cádiz esa es la de San Pablo. Apenas un centímetro de margen tiene cada uno de los pasos para salir a la calle y cuando lo hacen, se encuentran una calle con una caída hacia la izquierda originada por José del Toro y Novena.

 

El paso de misterio salía hasta hace unos años cargado al hombro pero se encontraba con dos dificultades. La primera era superar el dintel que está debajo del coro, que obligaba a los cargadores a agacharse mucho y, aún así, las potencias prácticamente rozaban. Además, se corría el riesgo de que se pudiera ir hacia los lados y acabar tocando el paso en la puerta.

 

Por ello, desde el año 2008 la hermandad se hizo con unos patines y el paso sale ya empujado por varios cargadores que van debajo del paso pero a ruedas.

La Virgen de las Angustias siempre ha tenido que salir a ruedas, pero a mediados de los 90 el capataz Francisco Rodríguez Rincón dignificó la maniobra de salida al eliminar a todos los cargadores que rodeaban al paso para sacarlo a la calle.

 

Ahora se lleva cargado hasta antes del dintel, allí prácticamente se vacía de cargadores, se sube a brazo, se quitan las patas y se le meten otras muy cortas con unos rodillos a modo de rueda y se baja el paso. El cambio es que debajo del mismo se quedan ocho cargadores que se quedan de rodillas y lo van empujando hasta que salen por la puerta. Después operación contraria. En este proceso no hay quien le quite unos 20 minutos entre todo, porque después hay que estirar el manto y bajar los faldones.

 

El tamaño de la puerta de San Pablo ha sido un handicap para la anchura de los pasos, los cuales son de los más estrechos que hay en Cádiz y de los más incómodos por esta circunstancia.

 

Al igual que todas las hermandades que se han nombrado en este reportaje, el tamaño de la puerta condiciona entre otras cosas a las flores y que los candelabros de cola se tengan que quedar muy pegados al manto de la Virgen.

 

El mismo Martes Santo la anchura de la puerta de Santa Cruz que permite a los pasos de Sanidad salir cargados a hombros sin problemas contrasta con la angostura de Santiago para sacar su enorme paso de misterio.

 

Al igual que ocurre con otros, tal y como explica el hermano mayor Miguel Ángel Molina, hay que quitarle las cartelas del paso y el tramo de la cruz donde aparece el INRI. Asimismo, se retiran las caídas y los faldones al encontrarse bordado. Por otro lado el crucificado sale prácticamente acostado y los extremos laterales de la cruz tienen que pasar por unas hendiduras que hay en el dintel de la puerta para que pueda atravesarla. En total el margen de error es de apenas un centímetro por cada lado.

 

En La Palma, su hermano mayor Francisco Javier Lucero explica que en el año 2012 con la salida extraordinaria de Pietas Populi Antonio Valero y el equipo de carpinteros idearon un sistema con una especie de dique o guías de hierro que es por donde se desplazan los pasos. En el Cristo, conforme van avanzando por ese dique van saliendo las patas para afuera y lo van recogiendo los cargadores.

 

El capataz Manuel Ruiz Gené ha estado en algunas de estas salidas, con Piedad, con la Virgen de Buen Fin y por ejemplo, la Virgen de Caridad en San Lorenzo. En esta la dificultad estriba en la altura de la puerta de la iglesia con respecto a la calle, de manera que los cargadores lo van recogiendo y a la vez lo van girando para no tener problemas con la pared de enfrente.

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